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Introducción

Este capítulo analiza las características diferenciales de las circulaciones muscular esquelética, cutánea, esplácnica, hepática, esplénica, cerebral y fetal. Las características generales del flujo sanguíneo y las de otros flujos regionales específicos, como el coronario, pulmonar o renal, se estudian en los capítulos correspondientes de este libro.

Circulación en el músculo esquelético

La musculatura esquelética constituye aproximadamente 40% de la masa corporal, y contiene el mayor lecho vascular del organismo. Durante el reposo, la mayoría de capilares musculares conducen poca o ninguna cantidad de sangre, por lo que su flujo sanguíneo bajo estas condiciones es de sólo 0.8 a 1.1 L/min (2 a 8 mL/100 g/min). Durante el ejercicio físico máximo, todos los capilares se encuentran abiertos y el flujo sanguíneo muscular (FSM) puede aumentar hasta 15 a 20 L/min (40 a 200 mL/100 g/min), lo que equivale casi a 80% del volumen minuto; por tanto, el flujo sanguíneo muscular experimenta cambios extremos relacionados, casi en su totalidad, con el aumento de la necesidad de nutrientes y oxígeno durante la actividad física, en donde el consumo de O2, que es muy bajo en reposo (0.2 a 0.4 mL/100 g/min), aumenta de forma importante (8 a 15 mL/100 g/min) durante el ejercicio máximo.

Regulación del FSM

La regulación del FSM resulta de la integración entre mecanismos nerviosos, metabólicos, y mecánicos, así como por la actividad miogénica. En reposo, predominan los mecanismos nerviosos y miogénicos, pero durante el ejercicio predominan los metabólicos y mecánicos.

Hay gran heterogeneidad del FSM dentro y entre las distintas masas musculares durante la actividad física, lo cual permite sincronizar la entrega de oxígeno y nutrientes con las necesidades particulares de los tejidos maximizando la eficiencia del sistema. La estructura anatómica del árbol vascular es uno de los contribuyentes más importantes a estas diferencias de flujo regional en reposo; sin embargo, otros factores fisiológicos también están relacionados.

Factores metabólicos locales

Los factores metabólicos locales son parte fundamental en el aumento de flujo vascular durante el ejercicio. La disminución de oxígeno en los tejidos es el estímulo inicial, esto es, durante la actividad física, el músculo utiliza oxígeno disminuyendo rápidamente la concentración de éste en los tejidos, lo que a su vez causa vasodilatación arteriolar para compensar la carencia relativa de oxígeno. El aumento del metabolismo incrementa la PCO2, disminuye el pH (se acumulan hidrogeniones [H+]) y ácido láctico, y aumenta el K+. Además, se liberan factores vasodilatadores como nucleótidos de adenina, adenosina, bradiquinina, histamina o acetilcolina. Todos estos factores producen una relajación de las arteriolas y los esfínteres precapilares y aumentan el flujo capilar, asegurando que el músculo reciba el aporte adecuado de O2 y nutrientes para suplir el aumento de necesidades metabólicas durante el ejercicio, a la vez que se eliminan los productos ...

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