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Introducción

El elevado grado de complejidad estructural y funcional que alcanzan los organismos pluricelulares hace necesaria la existencia de sistemas de control que coordinen las funciones de los distintos órganos y tejidos. Estos sistemas de control reciben el nombre de sistemas extrínsecos, en contraposición de los denominados sistemas intrínsecos, que son los que regulan de forma independiente la actividad de cada órgano. Los dos grandes sistemas extrínsecos de control de nuestro organismo son el sistema nervioso y el sistema endocrino. Ambos actúan de forma coordinada, ya que el sistema nervioso regula la actividad de múltiples órganos endocrinos y, a su vez, el endocrino modula la actividad del sistema nervioso. La disciplina que estudia las relaciones entre los sistemas nervioso y endocrino o, en específico, cómo el sistema nervioso regula la actividad del sistema endocrino es la neuroendocrinología.

El ejemplo más característico, aunque no el único, de la interacción existente entre ambos sistemas lo constituye la denominada unidad hipotálamo-hipófisis. Esta unidad está constituida por el hipotálamo, una estructura cerebral que forma parte del sistema límbico, y por la hipófisis, la que en el pasado era conocida como “glándula maestra” del sistema endocrino porque sus hormonas son las que se encargan de regular la actividad del resto de órganos endocrinos. Básicamente, el funcionamiento de la unidad depende de la liberación, por parte del hipotálamo, de una serie de factores u hormonas que, a través de un plexo vascular alcanzan la hipófisis, y estimulan o inhiben la secreción de hormonas hipofisarias (figura 70-1). Las hormonas hipotalámicas que regulan la función de la hipófisis reciben el nombre de hormonas hipofisiotrópicas, y el proceso mediante el cual dichas hormonas se liberan a la circulación recibe el nombre de neurosecreción. Sin embargo, el funcionamiento de la unidad es, en realidad, más complejo debido a la existencia de una serie de sistemas de retroalimentación y al hecho de que algunas neuronas hipotalámicas liberan sus hormonas bien directamente a la circulación general, y alcanzan por medio de ésta a sus órganos diana, o proyectan sus axones hacia otras áreas del SNC.

Figura 70-1

Estructura general de los ejes neuroendocrinos.

Unidad hipotálamo-hipófisis

Anatomía y embriología de la hipófisis

La hipófisis es una pequeña glándula ovoide, cuyo peso medio en el adulto es de unos 600 mg. Se ubica en una depresión de la cara superior del esfenoides, que es la silla turca o fosa hipofisaria. El término hipófisis (del griego υπο, bajo, y φυειν. crecer, brotar) hace referencia a la relación anatómica que existe entre ésta y el hipotálamo, del cual parece estar suspendida por medio del tallo hipofisario. La hipófisis recibe también el nombre de glándula pituitaria (del latín glans pituita excipiens), debido a que en el pasado se creía que era el órgano encargado de recoger ...

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