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INTRODUCCIÓN

Los fármacos se aplican a la piel con dos finalidades: tratar de manera directa trastornos de tal órgano y administrar fármacos que se distribuirán a otros tejidos (fig. 65-1). Optimizar los tratamientos dermatológicos obliga a tener conocimientos fisiológicos exactos de la piel, que se pueden obtener de manera extensa en otras publicaciones (Wolff et al., 2008). En este capítulo se destacan los fundamentos de dermatoterapias frecuentes. Se expondrán en detalle aquellas que se utilizan de manera primordial para dermatosis; también se hace un resumen de los demás tratamientos de las enfermedades cutáneas; convendría que el lector interesado consultara los capítulos precisos de esta obra para conocer su farmacología y toxicología detalladas.

Figura 65-1.

Distribución de fármacos en la piel. Esquema de los tres compartimientos de la piel y la forma en que influyen en la distribución del fármaco: superficie, estrato (Estr.) y tejidos viables. Después de la aplicación de fármacos a la superficie, evaporación, alteraciones estructurales y de composición son los que rigen la biodisponibilidad de los fármacos, y se observan con la presentación aplicada. El estrato córneo limita la difusión de compuestos en la piel y el cuerpo viables. Después de la absorción, los compuestos se unen a sus sitios de acción en tejidos viables o difunden dentro de los mismos o en los vasos cutáneos en donde pueden ser transportados a células y órganos internos. (Con autorización de Wolff et al, 2008. Figura 215-1. Copyright © The McGraw-Hill Companies, Inc. All rights reserved. Dirección electrónica: http://www.accessmedicine.com.)

Muchas dermatosis pueden ser tratadas por vía tópica con fármacos activos; para su empleo eficaz e inocuo son esenciales los conocimientos de los principios de la absorción percutánea y del metabolismo de los fármacos.

El tratamiento no farmacológico de enfermedades de la piel comprende todo el espectro electromagnético que se aplica de diversas fuentes como láseres, rayos X, luz visible y rayos infrarrojos. Estas variedades se pueden utilizar solas o para intensificar la penetración o para alterar la naturaleza de los fármacos y profármacos. Otras terapias físicas que alteran la estructura de la epidermis para administrar un tratamiento directo o incrementar la absorción percutánea de fármacos son el enfriamiento (congelación) y el ultrasonido. También se utilizan sustancias químicas para reducir el efecto de rayos ultravioleta (UV) de diversas longitudes de onda y radiación ionizante.

Para el empleo eficaz e inocuo de fármacos tópicos es necesario conocer las variables físicas y fisiológicas que influyen en las interacciones de los medicamentos y la piel y que modifican su absorción y transporte. La piel es un órgano con múltiples funciones y compartimientos que puede lesionarse en formas diversas por enfermedades y su tratamiento. La fig. 65-1 destaca aspectos generales de la estructura de la piel y las vías de absorción percutáneas. La mayor parte de dicha absorción en el caso ...

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