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Bajo este título se encuentra un grupo de trastornos diversos del sistema nervioso que resultan de fármacos y otras sustancias dañinas o tóxicas. Es necesario que el neurólogo se interese en los innumerables agentes químicos sin utilidad terapéutica, pero que pueden afectar de manera negativa el sistema nervioso; son muchos en el entorno y se presentan como productos de uso casero, insecticidas, solventes industriales y otras sustancias tóxicas, y también algunos que pudieran tener utilidad terapéutica, pero que se utilizan por sus efectos psicotrópicos “recreacionales” o son fármacos de uso corriente con efectos tóxicos conocidos, y que pueden ingerirse de manera accidental. Todos constituyen el campo de la neurotoxicología. Se incluyen también entre las neurotoxinas las generadas por bacterias y otros agentes infecciosos, al igual que varias toxinas que se encuentran en la naturaleza, como las toxinas marinas.
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Es casi imposible, dentro de los límites de este capítulo, exponer el sinnúmero de fármacos, drogas y toxinas que afectan el sistema nervioso. Convendría que el lector consultara las monografías y las fichas bibliográficas que se incluyen al final de este capítulo. Además, todo médico debe tener como parte de sus libros de consulta un manual actualizado de farmacología y toxicología.
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El alcance de este capítulo se encuentra también limitado porque los efectos terapéuticos y adversos de muchos fármacos se consideran en otras partes de la presente obra, en relación con síntomas y enfermedades determinados. Así, en el capítulo 42 se describieron los efectos tóxicos de los alcoholes etílico, metílico, amílico e isopropílico, lo mismo que los del etileno y del dietilenglicol. En los capítulos 15 y 49 se describen los aspectos adversos de los antibióticos sobre las funciones coclear y vestibular y en la transmisión neuromuscular, respectivamente. Muchos de los aspectos adversos indeseables de los fármacos ordinarios que se emplean en el tratamiento de los síntomas motores extrapiramidales, dolor, cefalea, convulsiones y trastornos del sueño, enfermedades psiquiátricas, etc., se consideran en los capítulos dedicados a cada uno de estos trastornos y en los que se trata de las afecciones psiquiátricas. Los envenenamientos por cianuro y monóxido de carbono se exponen en el capítulo 40, en relación con la encefalopatía anóxica. En este capítulo se mencionan diversos agentes terapéuticos que previsiblemente lesionan los nervios periféricos (p. ej., cisplatino, disulfiram, vincristina), pero se describen con mayor amplitud en el capítulo 46, y los que afectan los músculos, se revisan más adelante en el capítulo 48, “Enfermedades musculares”.
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A la presentación de este tema deben precederla algunos comentarios generales sobre la acción de fármacos en el sistema nervioso y le sigue un análisis de las principales clases de agentes que afectan la función nerviosa. Las referencias al final del capítulo se proporcionan en relación con cada una de estas categorías:
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Opiáceos y analgésicos sintéticos.
Sedantes e hipnóticos.
Antipsicóticos.
Antidepresores.
Estimulantes.
Fármacos psicoactivos.
Toxinas bacterianas.
Tóxicos vegetales, venenos, mordeduras y picaduras.
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