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INTRODUCCIÓN

La cirugía ginecológica se utiliza para el tratamiento de una amplia variedad de enfermedades subyacentes. En consecuencia, la lista de procedimientos quirúrgicos es extensa pero, en términos generales, las técnicas conceden la máxima importancia a la cicatrización de los tejidos y la recuperación de las pacientes. Los resultados óptimos dependen de que la selección del paciente y del procedimiento sea correcta, de que la técnica transoperatoria sea adecuada y de que se esté preparado para posibles complicaciones.

SELECCIÓN DE LA ANESTESIA

Hay muchas opciones anestésicas para las pacientes que se someten a procedimientos ginecológicos, como anestesia general, analgesia regional o bloqueo paracervical local con o sin sedación consciente. Estas técnicas anestésicas deben llevarlas a cabo médicos expertos en su colocación y preparados para controlar los efectos secundarios. Los ginecólogos pueden aplicar el bloqueo paracervical y la sedación consciente. Las anestesias general, epidural y raquídea suelen ser aplicadas y supervisadas por personal de anestesiología.

La selección de la anestesia para cirugía ginecológica es compleja y se debe tener en cuenta el procedimiento que se piensa realizar, la extensión de la enfermedad, las enfermedades asociadas, así como las preferencias personales de la paciente, del anestesiólogo y del cirujano. Por último, la unidad médica puede definir las opciones con base en sus normas de práctica y la disponibilidad de personal o equipo. Por ejemplo, es probable que una clínica ginecológica ambulatoria tenga personal de apoyo y equipo suficiente para un bloqueo paracervical o sedación intravenosa consciente, pero tal vez carezca del equipo apropiado o la experiencia necesaria para la anestesia regional o general.

En todos los casos, el médico anestesiólogo y el cirujano deben mantener comunicación con respecto al progreso de la paciente y de la cirugía, y deben estar preparados para posibles problemas. Cuando la intubación de una paciente se dificulta, se puede complicar la anestesia general, y los procedimientos anestésicos regionales tal vez propicien bloqueos más altos de lo previsto, con disfunción de los músculos respiratorios. Los casos en los que se usa bloqueo paracervical pueden complicarse si los niveles de anestesia son insuficientes o, por el contrario, si alcanzan niveles tóxicos. También es posible que la sedación consciente no alcance la analgesia adecuada o produzca depresión respiratoria. Por tanto, ningún procedimiento está exento de riesgos y es preciso contar con planes para cada contingencia.

Bloqueo paracervical

El bloqueo paracervical se usa casi siempre durante la evacuación de un embarazo en el primer trimestre, pero también puede elegirse para algunos procedimientos de ablación o extirpación del cuello uterino, recuperación de ovocitos guiada por ecografía e histeroscopia en el consultorio. Algunos estudios también han informado de la analgesia preventiva con bloqueo paracervical para la histerectomía vaginal (Long, 2009; O’Neal, 2003). El bloqueo paracervical a menudo se combina con antiinflamatorios no esteroideos (NSAID, nonsteroidal antiinflammatory drugs), sedación consciente intravenosa, o ambos. ...

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