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En ediciones anteriores se trataron los aspectos técnicomédicos de la educación quirúrgica. Sin embargo, en la cirugía intervienen factores que evolucionan en forma exponencial e involucran ciencia, arte y tecnología, mismos que requieren de actualización periódica, siempre respetando la información básica de la disciplina.
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En consecuencia, la 6a. edición de Cirugía 1. Educación quirúrgica contiene un breve apartado que enuncia, sin retórica, los principios de la ética contemporánea enfatizando las responsabilidades y los deberes del médico; con esto se pretende introducir al futuro profesional en el contexto y en la terminología que los equipos de salud deben de conocer, puesto que están inmersos en un ambiente de litigio y desconfianza que inhiben su actuación profesional y competen con la aplicación libre del criterio científico, que es la filosofía con la que el cirujano debe guiar su conducta. Al cirujano en ciernes le será útil familiarizarse en las primeras fases de su educación con los términos de uso común con los que la sociedad considera su actuación.
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Otra observación que reclama cambios es el desarrollo explosivo de las tecnologías de la comunicación y de la informática, escenarios que conducen a la imposibilidad de leer todos los contenidos que se generan minuto a minuto y de ser comentados en el corto lapso del proceso de enseñanzaaprendizaje, nunca más acertado el aforismo hipocrático “el arte es largo y la vida es breve”. En estas condiciones es necesario proponer al estudiantado el evaluar la información con nuevos métodos y seleccionar el sedimento que es útil al propósito educativo. Con esto en mente, en esta edición se incluye un apartado sobre la Medicina basada en evidencias y el uso de las Guías de la práctica clínica; instrumentos que aun sin ser propiamente cirugía, son el siguiente peldaño en la educación. Se trata de una ayuda para familiarizar al estudiante con el uso de la mejor información y, así, el trabajador de la salud podrá decidir qué es lo mejor para sus pacientes y el sentido práctico tendrá instrumentos veraces que lo orienten en la toma de decisiones que en el pasado se fundaba especialmente en la experiencia.
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De modo sobresaliente, el estallido demográfico y la multiplicación de los centros docentes plantean un reto educativo, e inducen a la búsqueda de estrategias y de competencias que permitan la resolución in situ de los procedimientos de la cirugía menor y la derivación apropiada de pacientes en la medicina familiar. Esto naturalmente conduce a merma de la calidad propia de la educación masiva y a disminuir los tiempos de contacto con el cuerpo docente experimentado, aspecto de la enseñanza que es indispensable en la disciplina quirúrgica y en el correcto aprendizaje de los avances tecnológicos que son propios de las especialidades y residencias. Si este aspecto crucial no es atendido, se corre el peligro de formar médicos generales que sólo sepan derivar pacientes.
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Así, esta obra preserva la información sobre procedimientos tan determinantes en la actuación del médico como son la intubación de la tráquea, la traqueostomía o la instalación de un sello de agua pleural, así como los cuidados transoperatorios, entre otras prácticas esenciales. Aunque informar no es educar, el docente y el estudiante, actuando en la libertad de cátedra, podrán diseñar el contenido temático de su preferencia en la educación y en la adquisición de las competencias necesarias en su entorno.
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Finalmente, con el objetivo de ubicar al estudiante en la importancia de ciertos capítulos y de inducirlo al estudio, razonamiento e investigación, se ha añadido un capítulo de escenarios clínicos reales, algunos de ellos reproducidos, como es el caso de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED) y se ha reactivado el material audiovisual que se puede consultar en los códigos QR que están insertados y se hacen accesibles a todos los equipos portátiles.
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Dr. Abel Archundia García