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Métodos de estudio de la célula y los tejidos

Técnicas de microscopia

El instrumento idóneo, aunque no el único, para el estudio de la célula y de los tejidos es el microscopio, por lo que se inicia este capítulo tratando de hacer comprensible qué es y para qué sirve, así como los diferentes tipos de microscopio y las diversas técnicas que se realizan con ellos.

Microscopio óptico de campo claro

Características

Básicamente, el microscopio óptico compuesto es un tubo provisto de dos lentes (una en cada extremo) que amplían sucesivamente la imagen del objeto (preparación histológica), el cual está intensamente iluminado. De las dos lentes, una se encuentra próxima al objeto y se denomina lente objetivo; la otra se sitúa junto el ojo del observador, en cuya retina se forma la segunda imagen aumentada, y recibe el nombre de lente ocular. Si se sustituye el ojo del observador por una cámara fotográfica se pueden obtener fotografías de la preparación histológica, a los mismos aumentos a los que se observa o a mayores aumentos si se amplía el negativo. Este esquema simple inicial se perfecciona añadiendo lentes intermedias, que multiplican el aumento, y otros dispositivos como el condensador, que concentra la luz emitida por la fuente luminosa sobre el objeto, o diversos sistemas para aumentar el contraste (figura 1-1).

Figura 1-1.

Comparación de los microscopios óptico y electrónico.

Lo importante del microscopio no son los aumentos en sí mismos, pues una fotografía puede ampliarse todo lo que se desee sin que por ello se observen detalles que no aparecían en la imagen inicial, sino el poder de resolución. Éste se define como la capacidad de distinguir como imágenes distintas dos puntos cercanos. El poder de resolución se mide utilizando como unidad la inversa del límite de resolución (poder de resolución = 1/límite de resolución). El límite de resolución se define como la distancia mínima entre dos puntos para que puedan distinguirse como tales. Se calcula por la fórmula de Abbe:

Límite de resolución = 0.61 × longitud de onda/apertura numérica.

La longitud de onda dependerá de la luz empleada; si se usa luz natural blanca, la longitud de onda es 550 nm (nanómetros). La apertura numérica es igual a n × seno α; siendo n el índice de refracción (cambio en la velocidad de la luz difractada) del medio situado entre el objeto y la lente, y α el ángulo de semiapertura de la lente. Si el medio es aire, n = 1. Si se utiliza aceite de inmersión, n = 1.51. El valor de seno α (siempre menor que uno por definición) puede llegar a ser 0.93 como máximo en los microscopios actuales. En ...

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