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Introducción

Como ya se ha mencionado repetidas veces, la carcinogénesis es un proceso que comprende múltiples eventos. Hanahan y Weinberg, en el año 2000, describieron seis marcas distintivas del cáncer, a las que definieron como "capacidades propias y complementarias que permiten el crecimiento tumoral y la diseminación metastásica". Esto incluye señales para la proliferación, evasión de supresores del crecimiento, resistencia celular a la muerte, capacidad para la inmortalidad replicativa, inducción de la angiogénesis, activación de la invasión y metástasis. Estas capacidades podrían adquirirse en diferentes secuencias y en algunos casos una mutación genética sería suficiente para proveer más de una capacidad. En el año 2011, agregaron otros distintivos más:1 la desregulación de la energía celular y la evasión de la destrucción por el sistema inmunitario, y otras dos características que facilitan la adquisición de las marcas diferenciadoras del cáncer: la inestabilidad genómica, que favorece la adquisición de múltiples mutaciones requeridas en la tumorigenésis, y la inflamación como promotor de la neoplasia, lo que refleja el concepto de que la respuesta inflamatoria facilita la iniciación y la progresión tumoral.

En este capítulo, se describen tres marcas distintivas del cáncer, que son angiogénesis, invasión y metástasis.

Angiogénesis

La intrincada red vascular que forma el sistema circulatorio es esencial para el transporte de oxígeno, nutrientes, moléculas de señalización y para remover el dióxido de carbono y los productos metabólicos finales de las células, tejidos y órganos.2 La neovascularización o formación de vasos sanguíneos se divide en dos procesos, que son la vasculogénesis y la angiogénesis. La primera se refiere al establecimiento del sistema vascular embrionario a través de hemangioblastos que se diferencian en células sanguíneas y células endoteliales maduras; en contraste, la angiogénesis es la formación de nuevos vasos sanguíneos a partir de vasos preexistentes, proceso durante el cual las células endoteliales maduras se incorporan dentro de nuevos capilares.2 Después de esta morfogénesis, la vasculatura normal permanece quiescente. La angiogénesis puede activarse de forma transitoria, como parte del proceso fisiológico del adulto, durante la reparación de una herida o bien durante el ciclo reproductivo femenino. Distintas observaciones relacionadas con la formación y crecimiento tumoral son consistentes con el concepto de que la vasculogénesis también ocurre durante el desarrollo vascular posnatal. Se ha descrito la existencia de células endoteliales progenitoras en el adulto que pueden diferenciarse en células endoteliales maduras. Dichas células son habituales en la médula ósea, pero la acción de citocinas o señales proangiógenas pueden provocar su movilización a la circulación sanguínea, donde promueven la formación de nuevos vasos sanguíneos al integrarse dentro del endotelio vascular preexistente.3

Las células endoteliales juegan un papel crítico en la biología vascular al formar una monocapa de forma tubular que se encuentra protegida por una membrana basal que contiene colágena de tipo I y IV, fibronectina, laminina, entactina y otras glucoproteínas. Las células endoteliales intervienen en la distribución de oxígeno ...

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