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Introducción

La cirugía es el tratamiento más antiguo para el cáncer y por muchos años durante su desarrollo (después de la introducción de la anestesia y la antisepsia) se ha considerado como el único tratamiento que ofrece un mayor patrón de cura. Durante los últimos años, la cirugía oncológica jugó un papel importante en el tratamiento, así como en la prevención, diagnóstico, paliación y rehabilitación del paciente.

Durante el siglo XX, los avances tecnológicos permitieron que la cirugía oncológica evolucionara desde un acceso abierto, radical y algunas veces deformante hasta un acceso de invasión mínima (debido al impulso de la laparoscopia y la cirugía robótica), también preservador de órganos, sin afectar el pronóstico oncológico en pacientes y tipos de cáncer específicos y seleccionados.

Ahora, el tratamiento del cáncer es multimodal, por lo que la cirugía juega un papel importante pero no exclusivo y muchas veces la combinación con la radioterapia y quimioterapia permite patrones de cura y control de la enfermedad más altos. Hoy en día, el conocimiento amplio y creciente del comportamiento biológico de la enfermedad y del patrón de diseminación de la misma según su localización permiten al cirujano tomar la mejor decisión junto con el radioterapeuta y el oncólogo médico acerca del momento más oportuno de la cirugía y poder ofrecerle al paciente un manejo personalizado que permita un mejor éxito del tratamiento.

Prevención del cáncer

La prevención es una acción anticipada para evitar la aparición de una enfermedad. En los últimos tiempos, en la cirugía oncológica se ha abogado por la cirugía preventiva en aquellos pacientes que corren un mayor riesgo de desarrollar un cáncer subsecuente debido a condiciones genéticas o congénitas. La cirugía profiláctica es un proceso complejo que requiere una clara comprensión de la historia natural de la enfermedad, así como una apreciación real del beneficio y riesgo potencial del procedimiento en un individuo sano, pero también de las probables secuelas a largo plazo de la intervención quirúrgica.

El cáncer de mama es una de las entidades donde más se ha investigado sobre las anormalidades genéticas que condicionan un riesgo incrementado de desarrollar esta enfermedad. La mutación de los genes BRCA-1 y BRCA-2 es de las alteraciones más comunes aunque no la única, porque existen otras como el síndrome de Li-Fraumeni, el síndrome de Cowden y el síndrome de Peutz-Jeghers, entre varias más.1

El riesgo de desarrollar cáncer de mama en pacientes con mutación BRCA-1 y BRCA-2 se ha estimado en 56 a 84%. Los análisis retrospectivos con promedio de seguimiento de 13 a 14 años muestran que la mastectomía bilateral profiláctica disminuye el riesgo de desarrollar cáncer de mama hasta en 90%.2 Asimismo, los pacientes con BRCA-1 y BRCA-2 que se someten a salpingooforectomía profiláctica muestran una disminución del riesgo de cáncer de mama de casi 50%.3 Sobre todo, lo anterior es ...

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