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INTRODUCCIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA
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Los avances en las técnicas quirúrgicas ginecológicas de mínima invasión, como la laparoscopia e histeroscopia, han permitido más procedimientos ambulatorios para las pacientes. Las complicaciones posoperatorias en pacientes hospitalizadas ahora se observan fuera del hospital. Se informa que la prevalencia de todas las complicaciones posoperatorias después de procedimientos ginecológicos es de 9%, mientras que 3.7% se consideran complicaciones mayores.1 Los síntomas más frecuentes por los que una mujer acude a urgencias después de una intervención quirúrgica ginecológica son dolor, fiebre y hemorragia vaginal.
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MANIFESTACIONES CLÍNICAS
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Los factores de riesgo de la paciente para complicaciones posoperatorias incluyen edad >80 años, enfermedades asociadas, estado funcional dependiente, obesidad o pérdida de peso no intencional.1 En el cuadro 105-1, se enumeran las preguntas principales de la anamnesis. Es importante considerar el intervalo transcurrido entre la intervención quirúrgica y el inicio de los síntomas para establecer su causa. Por ejemplo, la mayor parte de los casos de fiebre durante el posoperatorio inmediato (<24 h) no es de origen infeccioso; suele ser ocasionada por atelectasias pulmonares, hipersensibilidad a los antimicrobianos, reacciones piógenas a los traumatismos hísticos o formación de un hematoma. La fiebre que ocurre en el tercer a quinto días posoperatorios puede deberse a infección de vías urinarias. En el cuarto a sexto día posoperatorio, considérese la tromboembolia venosa y después del séptimo día de la intervención quirúrgica, considérese la infección en el sitio quirúrgico.2
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Explorar los sistemas corporales correspondientes. No hay que asumir que la causa del síntoma es ginecológica, se deben investigar otras explicaciones potenciales de los síntomas. El dolor e hipersensibilidad posquirúrgicos son difíciles de valorar. Después de una laparoscopia, muchas pacientes manifiestan dolor que se irradia hacia el hombro o a la porción superior del abdomen por las burbujas de dióxido de carbono que quedan atrapadas entre el hígado y el diafragma después de la insuflación; 50 a 70% de las pacientes se afectan en las 48 h siguientes a la cirugía.3 El dolor y la hipersensibilidad después de la intervención quirúrgica son más inquietantes cuando se acompañan de fiebre, náusea, vómito y cambios en los ruidos intestinales.
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La herida quirúrgica se valora y se realiza exploración pélvica bimanual y con espejo estéril. En las pacientes en tratamiento por infertilidad, se difiere la exploración pélvica hasta la valoración con el ginecólogo, por la posibilidad de ...