++
El dolor y la ansiedad son experiencias muy comunes en pacientes de todas las edades en el servicio de urgencias y ambos síntomas a menudo son tratados de forma insuficiente. Esto es en particular cierto en niños. Existen muchas razones para esto, lo que incluye la idea de que los niños muy pequeños no experimentan verdadero dolor o no lo recordarán, la dificultad percibida para cuantificar el dolor y la ansiedad en niños, el temor de ocultar síntomas y signos de procesos patológicos graves, preocupaciones porque la atención del dolor requiere demasiado tiempo o esfuerzo y la falta de familiaridad y comodidad con la dosificación de fármacos en niños. Estas preocupaciones no deben ser un obstáculo para proporcionar analgesia adecuada, ansiólisis y sedación para niños y el principal objetivo de este capítulo es atender tales preocupaciones.
++
La atención de niños en los servicios de urgencia requiere atención constante al dolor y a la ansiedad. Situaciones comunes incluyen fracturas, heridas, dolor abdominal, punción lumbar, incisión y drenaje de abscesos y colocación de catéteres intravenosos. La sedación podría ser necesaria para procedimientos con penetración corporal en niños. En este capítulo se revisan los objetivos terapéuticos (cuadro 113-1) y las medidas farmacológicas y no farmacológicas para reducir el dolor y la ansiedad experimentada por los niños en el servicio de urgencias, con énfasis en conceptos básicos y nuevos desarrollos en este tema de relevancia cotidiana para personal del servicio de urgencias.
++
+++
VALORACIÓN DEL DOLOR Y LA ANSIEDAD DE ACUERDO CON LA EDAD
++
El primer paso en el tratamiento del dolor y la ansiedad en niños es cuantificar la gravedad de los síntomas. El nivel de dolor o angustia puede ser evidente para el personal de salud, por ejemplo cuando un niño sufre una fractura desplazada. Otros escenarios podrían ser no tan sencillos como el dolor abdominal, un síntoma muy común. Los niños pequeños y que no pueden expresarse verbalmente constituyen un reto especial. Como consecuencia, se han desarrollado escalas específicas de dolor para niños en las diferentes etapas del desarrollo (cuadro 113-2). La familiaridad con estas escalas del dolor y su aplicación reducen en gran medida la falta de certeza para el tratamiento del dolor y la ansiedad en niños de todas las edades. Además, la medición y atención del dolor es una de las mediciones de calidad de los Centers for Medicare & Medicaid.
++