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INTRODUCCIÓN

Las infecciones de transmisión sexual (STI, sexually transmitted infections) son un problema de salud pública importante. En 2010, hubo 1 307 893 casos de infección por clamidia, 309 341 casos de gonorrea, y 45,834 casos de sífilis reportados en Estados Unidos.1 La Organización Mundial de la salud estima que 500 millones de personas son contagiadas cada año por una STI curable.2

Las principales metas médicas son la identificación y el tratamiento de las STI, pero las metas secundarias importantes incluyen conservar el futuro de la salud (incluso la fertilidad), protección de cualquier contacto sexual, educación preventiva, y proveer instrucciones para la detección futura. La falta de tratamiento contribuye a la infertilidad, cáncer y complicaciones urogenitales. La falta de seguimiento y de apego al tratamiento médico prescrito por parte de los pacientes complica atención individual y los esfuerzos de salud pública.

Múltiples STI frecuentemente se presentan de forma conjunta. Al mismo tiempo que se diagnostica una STI, las pruebas adicionales para el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y por hepatitis B están garantizadas.3

Debido a los cambios frecuentes en las directrices de tratamiento y a los patrones de resistencia, se recomienda consultar el Morbidity and Mortality Weekly Report (http://www.cdc.gov/mmwr) para revisar cualquier modificación en el tratamiento y también para obtener información para el paciente en varios idiomas.

PRINCIPIOS GENERALES PARA EL DIAGNÓSTICO Y LA DETECCIÓN

Los signos y síntomas de una STI pueden ser obvios, como en el caso de una lesión genital o de exudado vaginal, o menos específicos, como el de la disuria, dolor en la parte inferior del abdomen, coito doloroso o manchado intermenstrual y periodos menstruales anormales. Los signos menos específicos conducen a la ED STI poco reconocida. Obtener una historia clínica sexual minuciosa de una manera objetiva, sin juicios para determinar el riesgo de STI, infección por el VIH, o hepatitis. Los jóvenes (13 a 24 años de edad), mujeres embarazadas y varones homosexuales tienen el mayor riesgo de contraer STI y posteriormente morbilidad. Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) tienen un cuestionario que los médicos pueden usar cuando tomen la historia sexual y determinen el riesgo de un paciente para padecer una STI (cuadro 149-1).

CUADRO 149-1Preguntas recomendadas por los Centers for Disease Control and Prevention para las cinco P de la prevención de infecciones de transmisión sexual (STI)4

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