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En Estados Unidos, la Occupational Safety and Health Administration(OSHA), define la exposición laboral como "el contacto previsto razonablemente de la piel, los ojos, las membranas mucosas o de tipo parenteral con sangre u otros materiales potencialmente peligrosos, que es resultado de la realización de las tareas del empleado".1 En este contexto, la sangre es la "sangre humana, hemoderivados o componentes de ella".1 Otros materiales que pueden ser infecciosos, según la definición, son: "líquidos del cuerpo humano, saliva, semen y secreciones vaginales; líquidos cefalorraquídeo, sinovial, pleural, pericárdico, peritoneal y amniótico, cualquier líquido corporal contaminado visiblemente con sangre; tejidos u órganos humanos no fijados; cultivos celulares o hístico, medios de cultivos u otras soluciones que contengan VIH (virus de inmunodeficiencia humana) o VHB (virus de hepatitis B) y todos los líquidos corporales en que sea difícil o imposible diferenciar entre unos y otros".1 El personal asistencial debe tratar y manejar todas las secreciones, líquidos y tejidos corporales como si fueran potencialmente infectantes.
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En Estados Unidos, el Hospital Infection Control Practices Advisory Committee de los Centers for Disease Control and Prevention enumera infecciones y trastornos particulares que pueden observarse en el servicio de urgencias, junto con las precauciones laborales recomendadas contra tales exposiciones.2-4 El concepto de las precauciones estándar se basa en la premisa de que el personal de salud no puede identificar con facilidad a los pacientes infectados o con riesgo de padecer una infección. Esta es la razón por la que es fundamental seguir las prácticas para el control de infecciones y equipo protector personal durante las actividades encaminadas a atender pacientes.
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Los reglamentos federales de la Occupational Safety and Health Administration de Estados Unidos establecen salvaguardas para proteger a los trabajadores y reducir el riesgo de la exposición a la sangre y los líquidos corporales.5 Los estándares detallados y actualizados (conocidos como la Bloodborne Pathogens Standard) se encuentran en el Título 29 del Code of Federal Regulations y fueron modificados por la Ley para la Prevención y Seguridad contra pinchazos por agujas.6,7 Las normas exigen que los establecimientos de atención de la salud 1) elaboren un plan por escrito para el control de exposiciones, 2) utilicen controles de ingeniería para reducir el riesgo mediante la eliminación del peligro o el aislamiento del trabajador de la exposición, 3) utilicen controles de las prácticas laborales para estandarizar y mejorar la seguridad con la que se llevan a cabo las tareas, 4) identifiquen mecanismos para verificar el cumplimiento de las normas del título 29 y 5) informen sobre los peligros en el lugar de trabajo a aquellos que podrían tener contacto con enfermedades que se transmiten por vía hematógena. Los sitios de internet de los Center for Disease Control and Prevention y la Occupational Safety and Health Administration de Estados Unidos ofrecen la información más actualizada sobre los reglamentos y estándares actuales.