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INTRODUCCIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA
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En las últimas dos décadas, la tasa de visitas al servicio de urgencias (ED, emergency department) relacionadas con la salud mental aumentó 38%, de 17.1 a 23.6 por 1000 habitantes en Estados Unidos.1 La salud mental y el abuso de sustancias componen casi una de cada ocho visitas al ED en ese país, y es probable que haya problemas de salud mental encubiertos en más del 40% de todos los pacientes del ED.2 Los aumentos de las visitas al ED son en particular notorios en personas de edad avanzada y en las que viven en zonas urbanas, así como en las visitas relacionadas con trastornos del estado de ánimo y ansiedad, intentos de suicidio y abuso de sustancias. Los trastornos de la conducta en niños representan al menos 1.6% de las visitas pediátricas al ED, de las cuales casi 20% derivan en hospitalización. Las visitas pediátricas al ED a menudo tienen que ver con uso de sustancias, trastornos de ansiedad y déficit de atención, comportamiento desorganizado y psicosis.3
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Debido a que hay cerca de 4000 ED en hospitales generales en Estados Unidos, pero <200 ED psiquiátricos, la mayor parte de los problemas conductuales agudos se valoran y tratan en ED de hospitales generales.4.5 Los pacientes con problemas de salud conductual a menudo refieren síntomas vagos e inespecíficos, y obtener información colateral como parte de la valoración es difícil y toma mucho tiempo.
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Decidir el destino del paciente en el ED puede ser muy difícil en el caso de pacientes indigentes y en aquellos con visitas repetidas al ED. Dada la complejidad de la valoración, el diagnóstico y el destino, es importante mantener una actitud positiva e imparcial hacia las personas con trastornos mentales.
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Una estrategia para la valoración urgente de pacientes con trastornos mentales debe observar la secuencia de acciones mostrada en el cuadro 286-1.
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