+++
INTRODUCCIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA
++
Los servicios de urgencias (ED, emergency departments) son la vía de acceso al sistema de salud para la mayoría de los pacientes con agitación aguda y trastornos agudos de conducta y de salud mental.1 La agitación es una de las manifestaciones más frecuentes de los trastornos mentales y de conducta, demencia, intoxicación y síndromes por abstinencia. Las últimas actualizaciones de consenso para la agitación aguda se publicaron en 2006,2 antes de la aprobación de nuevos fármacos y antes del reconocimiento de la prolongación de QTc con la administración aguda de psicotrópicos. En esta revisión se ofrece una estrategia farmacoterapéutica general para la agitación aguda y las urgencias agudas de conducta.
+++
ESTRATEGIA TERAPÉUTICA GENERAL
++
Hay que tratar de obtener los signos vitales, realizar una anamnesis y exploración física y recabar datos de laboratorio basales. La psicosis, manía, síndromes de abstinencia, intoxicación farmacológica, delirio e incluso la depresión y ansiedad pueden ocasionar agitación psicomotora, conductas agresivas o desorientación. Otras causas de agitación aguda son los efectos adversos de fármacos, dolor, abuso de sustancias o agravación de una enfermedad crónica subyacente.
++
El objetivo más importante en la atención del paciente agitado es garantizar su seguridad y la del personal que lo atiende. El tratamiento de la agitación indiferenciada garantiza la seguridad inmediata y permite hacer una valoración más minuciosa en busca de algún trastorno agudo grave.
++
Hay que asignar a un cuidador y tratar de cubrir las necesidades de comodidad del paciente. Se coloca al enfermo en una habitación tranquila para reducir los estímulos externos. Se retiran del ambiente inmediato los objetos que pudieran ser peligrosos. Se utilizan restricciones físicas si hay posibilidades de daño inminente para los trabajadores de salud, otros pacientes, visitantes o para el paciente mismo.1-4
++
Cuando se consideren las opciones farmacológicas para el tratamiento, hay que valorar el diagnóstico subyacente; los signos y síntomas de presentación; y los posibles riesgos y beneficios de fármacos específicos (cuadros 287-1 y 287-2); y decidir la dosis apropiada y la vía de administración más fácil. Como las vías oral y parenteral son equivalentes para algunos fármacos,5-8 se ofrece primero la forma oral, si es apropiado y factible. Si es necesaria la administración repetida, hay que intentar esperar 1 h antes de la siguiente dosis para valorar de manera adecuada la conducta del paciente y el efecto del fármaco. En general, todos los antipsicóticos tienen eficacia similar en dosis semejantes y pueden usarse para tratar la agitación aguda.
++