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Las hipótesis básicas que se asumen en el monitoreo de fármacos terapéuticos (véase cuadro 4-1), son que el metabolismo del medicamento varía de paciente a paciente y que el nivel plasmático del fármaco está más estrechamente relacionado con el efecto terapéutico del mismo o su toxicidad que con la dosis. Para ciertos fármacos que son utilizados por largo tiempo (véase cuadro 4-2), puede ser necesario un monitoreo cercano con la apropiada hematología de rutina y pruebas químicas, para evitar o minimizar eventos adversos asociados al fármaco.
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