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En Estados Unidos, el carcinoma urotelial de vejiga y vías urinarias se relaciona de forma más estrecha con los antecedentes de tabaquismo. Sin embargo, dentro de los países en desarrollo, los suministros de agua contaminados con parásitos de esquistosomiasis o arsénico también son contribuyentes carcinógenos importantes.
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Los cánceres de las vías urinarias, que incluyen vejiga, pelvis renal, uréter y uretra, son muy frecuentes y constituyen la segunda clase más frecuente de neoplasias malignas genitourinarias. Sólo el cáncer de vejiga corresponde al quinto diagnóstico de neoplasia maligna más común cada año en Estados Unidos con >76 000 nuevos casos y 16 000 muertes por año. Debido a que los cánceres de la pelvis renal se agrupan a menudo con todos los de riñón, la incidencia real y la mortalidad por cánceres de las vías urinarias no vesicales son menos precisas. Ya que es menos frecuente que el cáncer de vejiga, se calculan 20 000 casos nuevos y 5 000 muertes cada año. Si bien en la mayoría de las neoplasias se han generado en la última década avances notables en las alternativas terapéuticas y mejorías en los resultados de los enfermos, el progreso contra los cánceres de vías urinarias se ha retrasado. Por fortuna, la comprensión acelerada de los fundamentos moleculares de la biología del cáncer de vejiga y vías urinarias ha llevado a un aumento importante de los estudios clínicos con la primera aprobación de la Food and Drug Administration de un nuevo medicamento contra los cánceres avanzados de vejiga y vías urinarias en más de 25 años con la esperanza de muchos más. En este capítulo, se revisa la evidencia establecida, actual y emergente que sirve como base para los estándares de atención en rápida evolución para los pacientes con cáncer de vejiga y vías urinarias.
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EPIDEMIOLOGÍA CLÍNICA Y FACTORES DE RIESGO
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El cáncer de vejiga se presenta casi siempre en personas mayores con una edad promedio de 73 años al momento del diagnóstico. Los varones se afectan cuatro veces más que las mujeres; asimismo, es más común en caucásicos que en asiáticos. Los factores de riesgo genéticos hereditarios de un solo tipo son poco frecuentes en enfermos con cánceres de vejiga o de las vías urinarias. Los pacientes con anomalías en los genes de reparación del desajuste que conduce a inestabilidad microsatelital (MLH1, MSH2, MSH6, etc.), como parte del cáncer familiar llamado síndrome de Lynch, tienen un riesgo particular de padecer cánceres de las vías urinarias superiores, de la pelvis renal y el uréter. Además, quienes padecen enfermedad de Cowden (mutaciones de PTEN) o retinoblastoma (mutaciones de RB1) poseen un mayor riesgo de generar cáncer de vejiga.
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Históricamente, existe relación entre el contacto ambiental tóxico y las tasas más altas de enfermar de cáncer de vejiga. Los agentes carcinógenos relacionados con mayor riesgo de dicho cáncer ...