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DEFINICIÓN Y ETIOLOGÍA
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El agente causal de la criptococosis recibe el nombre de Cryptococcus, un género de hongos semejantes a levaduras. Las dos especies, C. neoformans y C. gattii, pueden causar criptococosis en seres humanos. Las dos variedades de C. neoformans (grubii y neoformans) se relacionan con los serotipos A y D, respectivamente. C. gatti no se clasifica en variedades, pero también tiene diversidad antigénica, se reconocen los serotipos B y C. A pesar de ello, los estudios de secuenciación del genoma han revelado la extraordinaria diversidad entre microorganismos que habían sido adscritos a cada especie y ello sugiere la posibilidad de reclasificarlos en especies nuevas. La mayoría de los laboratorios de microbiología clínica no distingue en forma sistemática entre C. neoformans y C. gatti ni entre las variedades, sino que identifican e informan todos los microorganismos aislados tan sólo como C. neoformans.
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La criptococosis se describió por primera vez en el decenio de 1890, pero fue una enfermedad poco común hasta mediados del siglo XX, cuando los avances en el diagnóstico y el aumento en el número de individuos con inmunodepresión incrementaron en forma notable su prevalencia. Es frecuente en sujetos identificar signos serológicos de infección por criptococo en individuos con buena respuesta inmunitaria, pero es relativamente rara la criptococosis o enfermedad por dichos microorganismos, en caso de que la inmunidad sea suficiente. Las personas con riesgo alto de presentar enfermedad por C. neoformans incluyen aquellas con cánceres de la sangre, las que han recibido trasplante de órganos sólidos y que necesitan tratamiento inmunodepresor constante; las personas cuyas enfermedades obligan a administrar glucocorticoides y los pacientes con infección avanzada por VIH y recuentos de linfocitos T CD4+ <200 células/μL. A diferencia de ello, la enfermedad por C. gattii no se vincula con déficits inmunitarios específicos y a menudo aparece en personas con buena respuesta inmunitaria.
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La infección por criptococos se adquiere en el entorno. C. neoformans y C. gattii habitan en nichos ecológicos diferentes. El primero aparece a menudo en tierras contaminadas con excretas de aves y es fácilmente identificable en tierras húmedas y de zonas sombreadas contaminadas por excrementos de palomas. A diferencia de ello, C. gattii no se identifica en heces de aves, sino que habita en diversas especies arbóreas como varios tipos de eucaliptos. En todo el mundo se detectan cepas de C. neoformans; sin embargo, las cepas de la variedad grubii (serotipo A) son más frecuentes que las de la variedad neoformans (serotipo D) entre los microorganismos clínicos y ambientales aislados. Se pensó que la distribución geográfica de C. gattii estaba circunscrita en gran medida a regiones tropicales, hasta que en 1999 comenzó en Vancouver un brote de criptococosis causada por una nueva cepa de serotipo B, que se extendió a Estados Unidos y en la actualidad se detectan con frecuencia cada vez mayor infecciones por C. gattii en algunos ...