La intervención coronaria percutánea (PCI, percutaneous coronary intervention) es el método de revascularización coronaria más usado en todo el mundo (cap. 270). Se aplica en la actualidad a individuos con angina estable, síndromes coronarios agudos, incluidos angina inestable e infarto del miocardio sin elevación del segmento ST (NSTEMI, non-ST-segment elevation myocardial infarction) y como estrategia terapéutica primaria en individuos con infarto del miocardio con elevación del segmento ST (STEMI). La PCI también se aplica a personas que tienen afectación de uno o varios vasos.
En este capítulo se ilustra el empleo de PCI en diversas situaciones clínicas y anatómicas frecuentes, como la oclusión total crónica de una arteria coronaria; enfermedad en bifurcaciones; STEMI agudo; enfermedad en injerto de vena safena; coronariopatía izquierda; afectación de múltiples vasos y trombosis en la endoprótesis. Además, se expone el uso de técnicas quirúrgicas para tratar cardiopatías estructurales, que incluyen cierre de la comunicación interauricular (ASD, atrial septal defect) y el valvuloplastia aórtica con catéter (TAVR, transcatheter aortic valve replacement).