++
La piel es el órgano más accesible del cuerpo humano. Su función principal es simplemente protectora. Como barrera, mantiene la humedad y así evita la desecación e impide la entrada de patógenos. Sin embargo, la caracterización de la piel como mera “envoltura plástica” es una subestimación de la complejidad anatómica y fisiológica de esta estructura vital.
++
A diferencia de los órganos parenquimatosos, la disfunción o falla de los órganos no es un requisito previo para el diagnóstico de una enfermedad de la piel, ya que todas las enfermedades de la piel se pueden observar clínicamente, con independencia de sus efectos funcionales. Entre la espectacular variedad de trastornos cutáneos, neoplásicos, inflamatorios, infecciosos y genéticos, algunos provocan solo aberraciones triviales en la estructura o función de la piel, mientras que otros conducen a consecuencias profundas y mórbidas.
++
El sistema tegumentario consiste en una capa de tejido, de 1 a 4 mm de espesor, que cubre todas las superficies expuestas del cuerpo. La piel se fusiona de forma ininterrumpida con la envoltura de las membranas mucosas, similar en estructura; sin embargo, la piel es distinta de la mucosa, porque contiene estructuras anexas como las unidades ecrinas que exudan el sudor, y las unidades apocrinas foliculosebáceas que producen pelos y aceites. Existe una variación considerable en el grosor y la composición de la piel según los requisitos de un sitio corporal particular. Por ejemplo, la piel más delgada cubre los párpados, donde la delicadeza y la movilidad son esenciales. La piel más gruesa está presente en el tronco superior, donde la robustez supera en importancia a la movilidad. Las superficies de las palmas y plantas se caracterizan por una alta densidad de unidades ecrinas de sudor, lo que refleja la importancia de esta región en la regulación de la temperatura; por la ausencia de pelos, que interferirían con la sensibilidad, y por una acentuación de la capa cornificada (véase discusión más adelante), que contribuye a la adherencia necesaria para manejar los objetos con destreza. El tamaño de las estructuras puede variar mucho en diferentes sitios del organismo, lo que se ilustra mejor por el contraste entre los grandes folículos pilosos terminales que se encuentran en el cuero cabelludo, las áreas barbudas y la piel genital, y los folículos pilosos pequeños en la mayoría de los otros sitios.
++
Al usar un microscopio óptico dos importantes capas de piel son fácilmente identificables: un epitelio escamoso estratificado, la epidermis, y una capa de tejido conectivo, la dermis. El tejido adiposo subyacente algunos lo consideran una tercera capa, y se conoce como subcutis.
++
La epidermis consiste en queratinocitos dispuestos en cuatro sustratos distintos: la capa basal, la espinosa, la granular y la córnea (figura 8–1). Los queratinocitos basales incluyen el conjunto proliferativo de queratinocitos. Estas células se dividen dando lugar ...