++
Alteraciones del pelo y piel cabelluda, que se caracterizan por la pérdida congénita o adquirida del pelo; pueden ser cicatrizales o no cicatrizales, localizadas o difusas. Son una causa frecuente de consulta dermatológica.
++
Muchas enfermedades determinadas por mecanismos genéticos o inmunitarios afectan pelo, uñas y, en ocasiones, algunos órganos.
++
Cicatrizales y no cicatrizales. Pueden ser difusas o localizadas y congénitas o adquiridas (cuadro 133–1).
++++
Las alopecias cicatrizales dependen de atrofia o destrucción del folículo piloso y dejan cicatriz. Las no cicatrizales son trastornos funcionales del folículo y en potencia reversibles.
+++
ESTUDIO DE LAS ALOPECIAS
++
Debe realizarse un interrogatorio completo y orientado, el cual incluya antecedentes de endocrinopatías (tiroiditis, alteraciones hormonales); enfermedades autoinmunitarias (vitiligo); consumo de medicamentos (citostáticos, anticoagulantes, sales de litio, antitiroideos); uso de agentes físicos o químicos; tracción, cepillados o masajes del pelo.
++
Debe llevarse a cabo una cuidadosa exploración física, en particular de la piel cabelluda; exámenes de laboratorio que incluyan biometría hemática, química sanguínea, perfil de hierro, 25-hidroxi vitamina D, niveles de Zn, vitamina B12, prolactina perfil tiroideo, perfil hormonal femenino, VDRL, anticuerpos antinucleares, así como biopsias longitudinal y transversal.
+++
ALOPECIAS NO CICATRIZALES DIFUSAS
++
La rotura del tallo del pelo puede deberse a trastornos genéticos (alteración de queratinas básicas, del contenido de azufre o cobre) o adquiridos (traumatismos químicos, exposición a altas temperaturas o abuso de cosméticos). En las displasias se estudian el monilethrix, el pili torti y los síndromes de Menkes, Netherton y tricotiodistrofia.
++
Es un trastorno autosómico dominante por alteración en los genes que codifican para queratina básica del pelo tipo II (KHb1, KHb3 y KHb6) en el cromosoma 12q13. Se caracteriza por pelos con ensanchamientos y dilataciones, que se acompañan de hipotricosis difusa de predominio occipital (figs. 133–1 a 133–3, 135–4 y 135–5). El diagnóstico se confirma con la observación del pelo arrosariado en el microscopio o dermatoscopio (cap. ...