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INTRODUCCIÓN

Puntos claves

  • La actinomicosis en una infección inflamatoria endógena polietiológica, ocasionada por actinomicetos anaerobios obligados. Afecta la región cérvico-facial, tórax, abdomen o zona genitoperineal.

  • Los principales agentes etiológicos en el humano son A. israelii, A. odontolyticus y A. gerencseriae. En animales predomina A. bovis.

  • Se caracteriza por aumento de volumen, deformación de la región, abscesos y orificios fistulosos, que drenan un exudado seropurulento en el que se encuentran los elementos parasitarios, llamados granos o gránulos de azufre.

  • El examen directo de esputo, orina o exudado se realiza con solución salina o yodopovidona (Lugol).

  • Para el cultivo se recomienda lavar antes los granos varias veces con agua estéril y sembrarse de inmediato, aun así es difícil de obtener.

  • El tratamiento de elección es con penicilina (procaínica, benzatínica o sódica cristalina). En casos de alergia, pueden emplearse trimetoprim-sulfametoxazol, eritromicina, ampicilina, minociclina, clindamicina o amoxicilina con ácido clavulánico (recomendable cuando hay patógenos concomitantes).

D. J. Leblanc describió osteosarcomas en ganado vacuno, neoplasias quizá de origen actinomicótico, en 1826. El profesor Bernhard Rudolf Conrad von Langenbeck señaló, en 1845, la enfermedad en humanos, pero su trabajo no se publicó hasta cuarenta años después. De ahí que se atribuya a H. Lebert la descripción en 1857 del primer caso en humanos. En 1875, Theodor Cohn la describió en el conducto lagrimal, y, sin cultivar el microorganismo, lo llamó Streptothrix foersteri. Al año siguiente, el veterinario Otto von Bollinger reconoció el padecimiento como parasitario y lo denominó “mandíbula gibosa”; ahora se sabe que la intensa reacción fibrótica es el origen del aspecto tumoral y la consistencia leñosa. Carl O. Harz, un botánico, describió, en 1877, la enfermedad en el ganado vacuno y, con base en el aspecto radiado del agente causal en el estudio histopatológico, lo denominó Actinomyces bovis; poco después, Bollinger acuñó el término actinomicosis (aktinos, “rayo”, mykes, “hongo”). En 1878, Sebastiano Rivolta y Miscellone usaron el nombre Discomyces bovis, para después retractarse y dejar el anterior. En aquel año, James Adolf Israel y Emile Ponfick describieron las actinomicosis en material de necropsia, comunicaron las características clínicas y anatomopatológicas en 38 pacientes, y reconocieron la similitud con la enfermedad en animales.

James Adolf Israel, cirujano militar de Berlín, que estudió bajo la tutela de von Langenbeck, acondicionó un tren a manera de hospital móvil o “Lazarettzug”; fue pionero en la cirugía renal y plástica, e instituyó técnicas de antisepsia en procedimientos invasivos urológicos. Emile Ponfick, patólogo y asistente de Friedrich Daniel von Recklinghausen y Rudolph Virchow, realizó estudios sobre la fisiopatogenia de la actinomicosis en humanos, y los publicó en el texto Die Actinomykose des Menschen, eine neue Infectionskrankheit.

O. Bujwid fue el primero en obtener un cultivo, en 1889. M. Wolf e Israel publicaron, en 1891, una extensa revisión y señalaron la anaerobiosis del microorganismo causal e inoculaciones en conejos y conejillos de Indias (cobayos, cuyos). ...

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