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GENERALIDADES

La retinopatía hipertensiva engloba la serie de cambios que ocurren en la vasculatura, retina y nervio óptico, producto de la hipertensión arterial aguda o crónica.

Al explorar el fondo de ojo de un paciente con hipertensión arterial, el médico está explorando objetivamente los cambios presentes en la microcirculación. Por ello, el examen de fondo de ojo representa la notable oportunidad de observar las alteraciones vasculares e hísticas de la hipertensión arterial sistémica.

HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y FONDO DE OJO

Para el mejor entendimiento de los cambios ocurridos en el fondo de ojo producto de la hipertensión arterial es necesario dividir estas alteraciones en tres niveles: a) angiopatía, cuando los cambios ocurren exclusivamente en los vasos; b) retinopatía, cuando las transformaciones vasculares han producido lesiones en la retina, y c) neurorretinopatía, en la cual además de lesiones vasculares y retinianas se afecta la papila o cabeza del nervio óptico.

La angiopatía se presenta en tres modalidades diferentes que están en función del tiempo de evolución y de la gravedad de la hipertensión. Así, en la angiopatía hipertensiva angiotónica hay un estrechamiento uniforme de las arteriolas, lo cual ocurre de manera habitual en la hipertensión arterial de poco tiempo de evolución y no muy activa. Para saber durante el examen fundoscópico si el paciente tiene angiotonía, debe conocerse la relación arteria-vena (A/V) normal, la cual corresponde a 2/3, esto es, al calibre de la arteriola normal le corresponden dos tercios del diámetro de la vénula (Fig. 24–1); de esta manera puede evaluarse si hay un estrechamiento de las arteriolas. Por ejemplo, una relación A/V de 1/3 denotaría angiopatía angiotónica.

Fig. 24–1.

Relación arteria-vena. A) Relación A/V normal, 3/4. B) Relación A/V anormal, 1/4, angiotonía acentuada. C) Angioespasmo localizado en una relación A/V por otro lado normal. D) Angioespasmos localizados en una relación A/V de 2/4.

En la angiopatía angioespástica hay zonas de constricción focal que se aprecian como regiones de la arteriola que presentan un estrechamiento repentino y posteriormente recuperan su calibre; esto es característico de una hipertensión arterial reciente y activa (Fig. 24–1). Estos cambios suceden por hipertonía focal que afecta la capa muscular de las arteriolas. Hasta ese estado los cambios vasculares son reversibles si se logra un adecuado control de la hipertensión.

La hipertensión arterial activa y sostenida produce cambios permanentes en la pared vascular, apareciendo entonces la angiopatía angioesclerótica, la cual es irreversible. Es importante tener en mente que los cambios angioescleróticos también se presentan en el proceso de envejecimiento, por lo que hay que tener cautela al evaluar el fondo de ojo de un paciente hipertenso y de edad avanzada. En condiciones normales el examen oftalmoscópico muestra los vasos sanguíneos de un aspecto nítido; esto se debe a que la ...

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