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La comprensión sobre el espectro de la enfermedad COVID-19 en adultos es limitada y está en evolución, y la misma advertencia aplica a los niños, en quienes la información es más escasa y cambiante. Considere a continuación lo que se sabe en estos momentos.
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La transmisión vertical ocurre, pero no con facilidad. Un estudio chino de nueve lactantes demostró que no había transmisión de COVID-19 de la madre al feto en el tercer trimestre; sin embargo, todos los niños nacieron por cesárea. El mismo estudio no encontró virus en la sangre del cordón umbilical, el líquido amniótico, la leche materna o la garganta de los neonatos. Un segundo estudio en China encontró una tasa de transmisión de 10% de madre a hijo (3 de 33 nacimientos). Todos los lactantes tuvieron buenos resultados clínicos (JAMA Pediatr. 26 de marzo de 2020. doi:10.1001/jamapediatrics.2020.0878).
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Los niños de 0 a 18 años son igual de susceptibles al COVID-19 pero, en general, cuando se infectan, son menos sintomáticos. En un informe extenso de China de fines de febrero de 2020, sólo 2% de las infecciones se produjo en personas menores de 20 años. Es probable que este número no sea representativo, ya que el que se menciona es un estudio retrospectivo y es poco probable que se hayan incluido niños sanos. De los niños infectados, 13% es completamente asintomático; de nuevo, el número verdadero es sin duda más alto. Más de 90% de los niños es asintomático o tiene síntomas leves o moderados.
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Cuando los niños tienen síntomas, éstos son:
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Tos, 49%
Eritema faríngeo, 46%
Fiebre, 42% (> 39°C en 9%)
Diarrea, 9%
Vómito, rinorrea, congestión
El 16% era asintomático, pero es probable que este número sea mayor, ya que las personas con síntomas tienen más probabilidades de hacerse la prueba.
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(NEJM 18 de marzo de 2020 DOI: 10.1056/NEJMc2005073)
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Los niños < 1 año tienen más probabilidades de tener una enfermedad grave o crítica (10%); los de 1 a 5 años de edad, 7.5%, y los de 6 a 16 años, de 3 a 4%. Sólo 0.6% desarrolló síndrome de dificultad respiratoria aguda (ARDS, acute respiratory distress síndrome) o falla orgánica multisistémica. Además, la letalidad del COVID-19 en individuos de 0 a 19 años de edad fue inferior a 0.2%. Como era de esperar, una enfermedad subyacente aumenta la probabilidad de COVID-19 grave. También es de notar que hay un desvanecimiento prolongado del virus en los niños, tanto de las vías respiratorias como digestivas (fecales).
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Aunque el modo inicial de transmisión del COVID-19 se relacionó con un mercado de productos del mar, la principal forma de transmisión es la propagación de persona a persona por gotitas respiratorias. Como a menudo son asintomáticos, los niños infectados pueden ser un gran riesgo para la comunidad, pues son de manera no deliberada poderosos propagadores del ...