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Una hemorragia intracraneal (ICH, intracranial hemorrhage) puede ocurrir en recién nacidos (RN) prematuros y a término y es la complicación aguda más común del sistema nervioso central (SNC) de los RN prematuros. Los tipos de ICH incluyen hemorragia subdural, hemorragia epidural, hemorragia subaracnoidea, hemorragia intracerebral intraparenquimatosa, hemorragia intracerebral parenquimatosa y hemorragia intraventricular y de la matriz germinativa. Una hemorragia intracraneal en RN a término tiende hacer extraaxial (subdural, subaracnoidea o subtentorial) y es la que tiene mayor relación con traumatismo al nacimiento, eventos hipóxico-isquémicos y coagulopatías (p. ej., trombofilias o trombocitopenia). La hemorragia intracraneal más común en RN prematuros es la hemorragia de la matriz germinativa subependimaria y puede ocasionar hemorragia intraventricular o periventricular, y ambas variantes pueden causar infartos hemorrágicos de la sustancia blanca cerebral. Con la disponibilidad de mejores técnicas de neuroimagen, se han detectado hemorragias cerebelosas con mayor frecuencia, en particular en RN con gran prematuridad.
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La hemorragia subdural (SDH) es la acumulación de sangre entre la duramadre y la aracnoides e involucra desgarros de las venas comunicantes del compartimento subdural (fig. 7–3). Las estructuras vasculares más afectadas son las venas cerebrales superficiales, senos venosos infratentoriales de la fosa posterior y el seno sagital inferior, así como los senos y venas tentoriales (p. ej., vena de Galeno). La sangre de la hemorragia infratentorial en la fosa posterior puede acumularse y causar síntomas agudos de incremento de la presión intracraneal (ICP) o permanecer como un hematoma que evoluciona con lentitud a hematoma subdural crónico con acumulación creciente de líquido y aumento de la ICP.
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Hasta 45% de los RN a término pueden tener hemorragia subdural asintomática. La hemorragia subdural sintomática por lo general ocurre después de un parto traumático de un prematuro tardío o RN a término. Solo en raras ocasiones una hemorragia subdural se torna de importancia crítica clínica. La hemorragia subdural sintomática ocurre en 2.9 por 10 000 nacimientos espontáneos, a diferencia de 8.0 y 9.8 por 10 000 nacimientos asistidos con dispositivos de vacío o con fórceps, respectivamente. Cuando se utilizan dispositivos de vacío y fórceps durante el parto, la tasa se incrementa hasta 21.3 por 10 000 nacimientos.
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Una hemorragia subdural típicamente tiene relación con eventos traumáticos del parto que involucran el trabajo de parto y parto. La presión indebida sobre los huesos del cráneo y la torsión pueden producir fuerzas de corte que ocasionan la rotura de las venas comunicantes cerebrales superficiales (que transportan sangre a través de la duramadre hacia la aracnoides) o desgarros en la duramadre o repliegues en la misma (p. ej., ya sea en la hoz cerebral o en la tienda del cerebelo y los senos venosos asociados), lo que ocasiona que se acumule sangre por debajo de la duramadre ...