++
Los niños experimentan dolor al menos al mismo nivel que los adultos. Múltiples estudios demostraron que los recién nacidos y los bebés perciben el dolor y recuerdan sus experiencias dolorosas. Con frecuencia, los niños reciben bajas prescripciones y dosis insuficientes de analgésicos opioides y no opioides debido a preocupaciones excesivas por parte del personal médico sobre depresión respiratoria o por la poca comprensión de la necesidad de administrar medicamentos para el dolor. Hay disponibles pocos datos para guiar la dosificación de muchos analgésicos, y la mayoría de los disponibles en el mercado en la actualidad no está etiquetada para su uso en pacientes pediátricos.
+
Birnie
KA,
et al: Hospitalized children continue to report undertreated and preventable pain. Pain Res Manag 2014 Jul–Aug;19(4):198–204. Epub 2014 May 7
[PubMed: 24809068]
.
+
Taddio
A, Katz
J: The effects of early pain experience in neonates on pain responses in infancy and childhood. Pediatr Drugs 2005;7:245–257
[PubMed: 16118561]
.
++
La estandarización de las medidas del dolor requiere el uso de escalas apropiadas a nivel pediátrico. En la mayoría de las instituciones hospitalarias, las escalas del dolor se estratifican por edad (cuadro 32–1) y son aplicadas en todas las áreas y dependencias del hospital: desde la sala de cirugía hasta el servicio de urgencias y los pisos de hospitalización, con el objetivo a fin de crear un lenguaje común sobre el dolor de un paciente. La evaluación del dolor por escalas se ha convertido en el “quinto signo vital” en los entornos hospitalarios y se documenta al menos tan seguido como la frecuencia cardiaca y la presión arterial en muchos centros pediátricos de todo el mundo. Hay muchas escalas de dolor disponibles, todas las cuales tienen ventajas y desventajas (p. ej., figuras 32–1 y 32–2, y cuadro 32–2). Más importante que determinar cuál tipo de escala se usa, es que los profesionales del cuidado de la salud se aseguren de emplearla de manera constante y continua.
++++++