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Temperatura: El centro termorregulador hipotalámico equilibra la producción excesiva de calor de la actividad metabólica, en el músculo y el hígado, con la disipación de calor en la piel y los pulmones, para mantener una temperatura corporal normal de 36.8°C ± 0.4 °C (98.2° ± 0.7 °F), con variación diurna (más bajo en la mañana, más alto en la tarde).
Fiebre: Elevación de la temperatura corporal (>37.2 °C/98.9 °F en la mañana y >37.7 °C/99.9 °F en la noche) junto con un aumento en el punto de ajuste hipotalámico.
Fiebre de origen desconocido (FUO, fever of unknown origin): Temperatura >38.3 °C (>101 °F) en dos o más ocasiones y una duración de la enfermedad ≥3 semanas, sin estado inmunocomprometido conocido, y con investigaciones que no revelan la causa.
Hiperpirexia: Temperaturas >41.5 °C (>106.7 °F) que pueden ocurrir con infecciones severas, pero más comúnmente ocurren con hemorragias del sistema nervioso central (CNS, central nervous system).
Hipertermia: Un aumento incontrolado de la temperatura corporal que excede la capacidad del cuerpo para perder calor sin un cambio en el punto de ajuste hipotalámico. La hipertermia no involucra moléculas pirógenas.
Pirógeno: Cualquier sustancia que causa fiebre, incluidos los pirógenos exógenos (p. ej., toxinas microbianas, lipopolisacáridos, superantígenos) y citocinas pirógenas (p. ej., IL-1, IL-6, TNF).
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Patogenia: El punto de ajuste hipotalámico aumenta y causa vasoconstricción periférica (es decir, conservación del calor). El paciente se siente frío como resultado de la desviación de sangre a los órganos internos. Los mecanismos de producción de calor (p. ej., temblores, aumento de la termogénesis hepática) ayudan a elevar la temperatura corporal al nuevo punto de ajuste. Los aumentos en la prostaglandina E2 periférica explican las mialgias y artralgias inespecíficas que a menudo acompañan a la fiebre. Cuando el punto de ajuste se reduce nuevamente, mediante la resolución o el tratamiento de la fiebre, comienzan los procesos de pérdida de calor (p. ej., vasodilatación periférica y sudoración).
Etiología: La mayoría de las fiebres están asociadas con infecciones autolimitadas (en general virales) y tienen causas que se identifican fácilmente.
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ABORDAJE DEL PACIENTE
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ABORDAJE DEL PACIENTE Fiebre
Anamnesis: Una anamnesis meticulosa es esencial, con especial atención a la cronología de los eventos (p. ej., en el caso del exantema, el sitio de inicio, dirección y velocidad de propagación, véase más adelante) y la relación de los síntomas con los medicamentos, la exposición a mascotas, los contactos con enfermos, los contactos sexuales, los viajes, los traumatismos y la presencia de prótesis.
Exploración física: Debe ser completa. Se debe usar un sitio consistente para tomar temperaturas. Deben observarse las posibles disociaciones de pulso y temperatura (bradicardia relativa) (a veces presentes, por ejemplo, con fiebre tifoidea, brucelosis, leptospirosis, fiebre facticia). Se debe prestar mucha atención a cualquier exantema, con una definición precisa de sus características más destacadas.
Tipo de lesión (p. ej., mácula, pápula, nódulo, ...