++
Tumefacción de los tejidos blandos debido a la expansión anormal del volumen de líquido intersticial. El líquido de edema es un trasudado plasmático, que se acumula cuando se favorece el movimiento del líquido desde el espacio vascular al intersticial. Debido a que el edema generalizado detectable en el adulto refleja una ganancia ≥3 L, es necesaria la retención renal de sal y agua. La distribución del edema puede ser una guía importante para su causa.
++
Limitado a un órgano particular o lecho vascular; se distingue con facilidad del edema generalizado. El edema unilateral de las extremidades suele deberse a una obstrucción venosa o linfática (p. ej., trombosis venosa profunda, obstrucción tumoral, edema linfático primario). El edema por estasis de una extremidad inferior paralizada también puede ocurrir. Las reacciones alérgicas (“angioedema”) y la obstrucción de la vena cava superior, son causas de edema facial localizado. El edema bilateral de las extremidades inferiores puede tener causas localizadas; por ejemplo, obstrucción de la vena cava inferior, compresión debida a ascitis y masa abdominal. La ascitis (líquido en la cavidad peritoneal) y el hidrotórax (en el espacio pleural) también pueden presentarse como edema localizado aislado, debido a inflamación o neoplasia.
++
Tumefacción de los tejidos blandos de la mayoría de (o de todas) las regiones del cuerpo. El aumento de volumen bilateral de las extremidades inferiores —más pronunciada después de estar de pie durante varias horas— y el edema pulmonar suelen ser de origen cardiaco. El edema periorbitario observado al despertar a menudo resulta de una enfermedad renal y una excreción alterada de Na. La ascitis y el edema de las extremidades inferiores y el escroto son frecuentes en la cirrosis, síndrome nefrótico o la CHF.
++
En la CHF, la disminución del gasto cardiaco y el insuficiente llenado arterial, dan como resultado una disminución de la perfusión renal y un aumento de la presión venosa, con la retención renal de Na resultante debido a la vasoconstricción renal, la redistribución del flujo sanguíneo intrarrenal, los efectos retentivos directos de Na de la norepinefrina y la angiotensina II, y el hiperaldosteronismo secundario que conduce a retención distal de Na tubular.
++
En la cirrosis las derivaciones arteriovenosas y la vasodilatación periférica son las causas inmediatas de la retención de Na. La ascitis se acumula cuando el aumento de la resistencia vascular intrahepática produce hipertensión portal. Al igual que en la insuficiencia cardiaca, los efectos del exceso de norepinefrina intrarrenal y circulante, angiotensina II y aldosterona conducen a la retención renal de Na, y al empeoramiento del edema. La reducción de la albúmina sérica y el aumento de la presión abdominal también promueven el edema de las extremidades inferiores.
++
En la insuficiencia renal aguda o crónica, el edema ocurre si la ingesta de Na excede la capacidad de los riñones ...