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ABORDAJE DEL PACIENTE
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ABORDAJE DEL PACIENTE Pérdida visual aguda y visión doble
La medición precisa de la agudeza visual en cada ojo (con anteojos o lentes de contacto) es de primordial importancia. Las valoraciones adicionales incluyen pruebas de pupilas, movimientos oculares, alineación ocular y campos visuales. El examen con lámpara de hendidura puede excluir infección corneal, traumatismo, glaucoma, uveítis y catarata. El examen oftalmoscópico para inspeccionar el disco óptico y la retina a menudo requiere dilatación pupilar con tropicamida al 1% y fenilefrina al 2.5%. El riesgo de provocar un ataque de glaucoma de ángulo estrecho es remoto.
La definición del campo visual por medio de la visualización digital localiza las lesiones en este (fig. 54–1); pueden ser necesarias pruebas formales con un perímetro. El objetivo es determinar si la lesión se ubica por delante, en o por detrás del quiasma óptico. Un escotoma limitado a un ojo es causado por una lesión anterior que afecta el nervio óptico o el globo; la prueba de linterna oscilante puede revelar un defecto pupilar aferente (APD, afferent pupil defect). La anamnesis y el examen ocular suelen ser suficientes para el diagnóstico. Si hay hemianopsia bitemporal presente, la lesión se localiza en el quiasma óptico (p. ej., adenoma hipofisiario, meningioma). La pérdida homónima del campo visual señala una lesión retroquiasmal que afecta el tracto óptico, el cuerpo geniculado lateral, las radiaciones ópticas o la corteza visual (p. ej., accidente cerebrovascular, tumor, absceso). La neuroimagen se recomienda para cualquier paciente con hemianopsia bitemporal u homónima.
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PÉRDIDA VISUAL TRANSITORIA O REPENTINA
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La amaurosis fugaz (ceguera monocular transitoria; un ataque isquémico transitorio, TIA, de la retina) es usual que se produzca por un émbolo retiniano, que a menudo surge de la estenosis carotídea ipsolateral o del corazón. La oclusión prolongada de la arteria central de la retina da como resultado la apariencia clásica de un fondo de retina infartada lechosa, con fóvea rojo cereza. Cualquier paciente con compromiso de la circulación retiniana se debe valorar de inmediato para determinar los factores de riesgo de accidente cerebrovascular (p. ej., ateroma carotídeo, cardiopatía estructural, fibrilación auricular). Las lesiones de la corteza occipital pueden confundirse con la amaurosis fugaz, porque muchos pacientes atribuyen erróneamente los síntomas a su ojo izquierdo o derecho cuando, de hecho, están ocurriendo en el hemicampo izquierdo o derecho de ambos ojos. La interrupción del flujo sanguíneo a la corteza visual provoca un envejecimiento repentino de la visión, en ocasiones con luces intermitentes u otros síntomas que imitan la migraña. La anamnesis puede ser la única guía para el diagnóstico correcto. Se debe preguntar a los pacientes sobre el patrón preciso y la duración de la pérdida visual, y otros síntomas neurológicos, en especial ...