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INTRODUCCIÓN

Las causas más frecuentes de muerte tanto en hombres como en mujeres son las cardiopatías y el cáncer; y el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer, a pesar de la percepción errónea de que el de mama es la causa más común de muerte en las mujeres. Estos conceptos erróneos perpetúan la atención inadecuada a los factores de riesgo modificables en las mujeres, como la dislipidemia, la hipertensión y el tabaquismo. Además, dado que las mujeres en Estados Unidos viven como promedio aproximadamente 5 años más que los hombres, la mayoría de la carga de la enfermedad para muchos trastornos relacionados con la edad (p. ej., hipertensión, enfermedad de Alzheimer [AD, Alzheimer’s disease]) recae en las mujeres.

DIFERENCIAS DE GÉNERO EN LA SALUD Y LA ENFERMEDAD

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER

La AD afecta aproximadamente al doble de mujeres que hombres debido a un mayor número de mujeres que sobreviven a edades más avanzadas y a diferencias de género respecto al tamaño, estructura y organización funcional del cerebro (véase también Capítulo 185). El impacto del tratamiento hormonal posmenopáusico sobre la función cognitiva y el desarrollo de AD no es concluyente.

CARDIOPATÍA CORONARIA

La cardiopatía coronaria (CHD, coronary heart disease) se presenta de manera diferente en las mujeres, que generalmente tienen entre 10 y 15 años más que los hombres con CHD y tienen más probabilidades de tener comorbilidades como hipertensión, insuficiencia cardiaca congestiva y diabetes (véanse también Capítulos 121123). Las mujeres tienen síntomas atípicos con mayor frecuencia, como náuseas, vómitos, indigestión y dolor en la parte superior de la espalda, y tienen menos probabilidades de reconocerlos y llamar al 911. Los médicos tienen menos probabilidades de sospechar una cardiopatía en mujeres con dolor en el pecho y tienen menos probabilidades de realizar procedimientos cardiacos tanto diagnósticos como terapéuticos en mujeres. Los factores de riesgo convencionales para CHD son los mismos tanto en hombres como en mujeres, aunque las mujeres reciben menos intervenciones que los hombres para factores de riesgo modificables. La prevalencia de CHD está aumentando en las mujeres de mediana edad en un momento en que la prevalencia en los hombres no cambia o disminuye. El marcado aumento de CHD que ocurre después de la menopausia o la ooforectomía sugiere que los estrógenos endógenos son cardioprotectores. Sin embargo, el tratamiento de reemplazo hormonal en mujeres posmenopáusicas no demostró ser cardioprotector en ensayos controlados como la Iniciativa de Salud de la Mujer (Women’s Health Initiative) y otros ensayos aleatorios. El tratamiento con estrógenos más el tratamiento con la progestina se asoció con un aumento de los eventos cardiovasculares. La discrepancia entre los efectos de los estrógenos endógenos y exógenos es poco conocida, pero puede estar relacionada con los efectos nocivos de la reexposición tardía a estrógenos después de un ...

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