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OBJETIVOS
Después de revisar este capítulo, será capaz de:
Describir el desarrollo y la estructura de la hipófisis y su relación con el hipotálamo.
Identificar las hormonas secretadas por los lóbulos anteriores y posteriores de la hipófisis, sus órganos blanco y cómo se controla en la adenohipófisis la cantidad de diversos tipos de células en respuesta a las demandas fisiológicas.
Entender la función de las hormonas derivadas de la proopiomelanocortina (POMC, proopiomelanocortin) y cómo están involucradas en la regulación de la pigmentación de la piel.
Describir cómo la hormona de crecimiento se secreta desde la adenohipófisis, circula y activa a sus receptores, así como los estímulos que regulan la secreción de la hormona de crecimiento y sus mecanismos subyacentes.
Comprender la actividad de la hormona de crecimiento durante el crecimiento y en la función metabólica, y cómo las somatomedinas (al igual que los factores de crecimiento similares a la insulina) pueden mediar en la periferia algunas de sus acciones.
Definir la línea de tiempo de crecimiento normal en los seres humanos e identificar los factores que, además de la hormona de crecimiento, contribuyen a su regulación.
Entender la secreción hipofisiaria de las gonadotropinas y la prolactina, cómo estas últimas resultan reguladas, y las acciones de estas hormonas en los tejidos reproductivos.
Comprender las bases de las condiciones en que la función hipofisiaria es anormal y cómo se pueden tratar estas alteraciones.
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La hipófisis, o glándula pituitaria, se encuentra en una cavidad del hueso esfenoides, en la base del cerebro, y está estrechamente relacionada con el hipotálamo (véase figura 17–2). La hipófisis es un centro que coordina el control de muchas glándulas endocrinas corriente abajo, algunas de las cuales se presentan en capítulos posteriores. De muchas maneras, se ha considerado que consiste en dos órganos endocrinos separados que contienen una gran variedad de sustancias activas de forma hormonal. El lóbulo anterior de la hipófisis segrega la hormona estimulante de la tiroides o tirotropina (TSH, thyroid-stimulating hormone), la hormona adrenocorticotrópica (ACTH, adrenocorticotropic hormone), la hormona luteinizante (LH, luteinizing hormone), la hormona foliculoestimulante (FSH, follicle-stimulanting hormone), la prolactina y la hormona de crecimiento (véase figura 17–9). Además, el lóbulo anterior de la hipófisis recibe casi todos sus suministros de sangre desde los vasos portales hipofisiarios que pasan de manera inicial a través de la eminencia media, una estructura que se encuentra justo debajo del hipotálamo. Esta disposición vascular permite a las células de la adenohipófisis responder de manera eficaz a los factores reguladores liberados por el hipotálamo. De las hormonas mencionadas, la prolactina actúa en las glándulas mamarias. Las cinco hormonas restantes son, al menos en parte, hormonas trópicas, es decir, estimulan la secreción, por parte de otras glándulas endocrinas, de sustancias activas de forma hormonal o, en el caso de la hormona de crecimiento, estimula la secreción ...