++
OBJETIVOS
Después de revisar este capítulo, será capaz de:
Describir la importancia de mantener la homeostasia de las concentraciones de calcio y fosfato en el organismo.
Describir las reservas corporales de calcio, sus tasas de recambio y los órganos que desempeñan una función central en la regulación del movimiento del calcio entre los almacenamientos.
Describir los mecanismos de absorción y excreción de calcio y fosfato.
Identificar las hormonas principales —la vitamina D, la hormona paratiroidea y la calcitonina— y otros factores que regulan la homeostasia del calcio y el fosfato, sus sitios de síntesis, el blanco de su acción y las consecuencias de su disfunción.
Definir la anatomía básica de los huesos y explicar cómo se detiene el crecimiento lineal de los huesos después de la pubertad.
Identificar los tipos de células que regulan la formación y reabsorción ósea y su mecanismo de acción, y analizar las enfermedades que resultan de anomalías en la homeostasia ósea.
++
El calcio es una molécula esencial de señalización intracelular y también desempeña una variedad de funciones extracelulares, por tanto, es de vital importancia el control de las concentraciones de calcio en el cuerpo. Los componentes sistémicos que mantienen la homeostasia del calcio son tipos celulares que detectan cambios en el calcio extracelular y que liberan hormonas reguladoras del calcio; los objetivos de estas hormonas son los riñones, los huesos y los intestinos, que responden a cambios en la movilización del calcio, en su excreción o captura. Hay tres hormonas principales que están relacionadas con la regulación de la homeostasia del calcio. La primera es 1,25-dihidroxicolecalciferol, una hormona esteroide formada a partir de la vitamina D por hidroxilaciones sucesivas en el hígado y los riñones. Su acción principal es aumentar la absorción de calcio desde el intestino. La segunda es la hormona paratiroidea (PTH, parathyroid hormone) que es secretada por las glándulas paratiroides. Su principal acción es movilizar el calcio de los huesos e incrementar la excreción urinaria de fosfato. Y la tercera es la calcitonina, una hormona que reduce el calcio y que, por tanto, inhibe la resorción ósea, y que en los mamíferos es secretada principalmente por las células de la glándula tiroides. Aunque la función de la calcitonina parece ser relativamente menor, se cree probable que las tres hormonas operen en conjunto para mantener un valor constante de la calcemia en los líquidos corporales. La homeostasia del fosfato también es importante para la función normal del organismo, particularmente debido a que es un componente trifosfato de adenosina (ATP, adenosine triphosphate); su función como amortiguador biológico y su acción como modificador de las proteínas provocan que se alteren las funciones de estas últimas. Muchos de los sistemas que regulan la homeostasia del calcio también contribuyen a la del fosfato, aunque a veces de manera recíproca, por ende, también se analizarán en este capítulo.