++
Puntos clave
El manejo adecuado de líquidos y electrólitos facilita la homeostasis cruzada que permite la perfusión cardiovascular, la función del sistema orgánico y los mecanismos celulares para responder a una enfermedad quirúrgica.
El conocimiento de la compartimentación de los líquidos corporales constituye la base para comprender los cambios patológicos en estos espacios de líquidos en los estados de enfermedad. Aunque es difícil de cuantificar, una deficiencia en el compartimento funcional del líquido extracelular a menudo requiere reanimación con líquidos isotónicos en pacientes quirúrgicos y traumatizados.
Las alteraciones en la concentración de sodio sérico han demostrado efectos en la función celular debido a los movimientos de agua entre los espacios intracelulares y extracelulares.
Las diferentes tasas de compensación entre los componentes respiratorios y metabólicos de la homeostasis ácido-base requieren una reevaluación frecuente del laboratorio durante la terapia.
Aunque la investigación activa continúa, los líquidos de resucitación alternativos tienen una utilidad clínica limitada, aparte de la corrección de trastornos electrolíticos específicos.
Los protocolos de recuperación mejorada después de la cirugía (ERAS, enhanced recovery after surgery) han cambiado notablemente el manejo de líquidos perioperatorios y se están usando con más frecuencia. La ERAS minimiza la administración perioperatoria de líquidos y se enfoca en la ingesta enteral temprana para reducir la morbilidad asociada con la administración de líquidos por vía intravenosa.
La mayoría de las enfermedades quirúrgicas agudas se acompaña de cierto grado de pérdida de volumen o redistribución. En consecuencia, la administración de líquidos isotónicos es la estrategia inicial más común de líquidos intravenosos, mientras que se está prestando atención a las alteraciones en la concentración y la composición.
Algunos pacientes quirúrgicos con enfermedades neurológicas, malnutrición, insuficiencia renal aguda o cáncer, requieren atención especial a trastornos bien definidos, específicos de su enfermedad, en los líquidos y en el estado de los electrólitos.
++
El manejo de líquidos y electrólitos es primordial para el cuidado del paciente quirúrgico. Los cambios tanto en el volumen de líquidos como en la composición de los electrólitos se producen antes, durante y después de la operación, así como en respuesta a traumas y sepsis. En las secciones que siguen se analiza la anatomía normal de los líquidos corporales, la composición de los electrólitos y los trastornos de concentración y sus tratamientos, los trastornos metabólicos comunes y los líquidos de reanimación alternativos. Estos conceptos son analizados luego en relación con el manejo de pacientes quirúrgicos específicos y sus trastornos de líquidos y electrólitos.
++
El agua constituye aproximadamente entre 50–60% del peso corporal total. La relación entre el peso corporal total y el agua corporal total (TBW, total body water) es por lo regular constante para un individuo y principalmente un reflejo de la grasa corporal. Los tejidos magros, como los músculos y los órganos sólidos, tienen mayor contenido de agua ...