++
Puntos clave
El campo de los trasplantes ha realizado enormes progresos en los últimos 50 años, principalmente debido al perfeccionamiento de la técnica quirúrgica y al desarrollo de medicamentos inmunodepresores eficaces.
Aunque los medicamentos inmunodepresores son esenciales para el trasplante, se asocian con una morbilidad significativa a corto y largo plazos.
Las infecciones oportunistas pueden reducirse de forma significativa mediante el uso de agentes antimicrobianos apropiados.
El trasplante de riñón representa el tratamiento de elección para casi todos los pacientes con enfermedad renal en etapa terminal. Continúa ampliándose la brecha entre la demanda (pacientes en lista de espera) y la oferta (riñones disponibles).
El trasplante de páncreas representa la forma más confiable de lograr la euglucemia en pacientes con una diabetes mal controlada.
Los resultados del trasplante de islotes continúan mejorando, pero aún están a la zaga en relación con el trasplante de páncreas.
El trasplante de hígado se ha convertido en el estándar de atención para muchos pacientes con insuficiencia hepática en etapa terminal y/o cáncer de hígado.
++
El trasplante de órganos es un campo de la medicina relativamente novedoso que ha progresado de manera significativa desde la segunda mitad del siglo XX. Los avances en la técnica quirúrgica y una mejor comprensión de la inmunología son las dos razones principales por las que los trasplantes han evolucionado desde procedimientos experimentales, hace varias décadas, hasta un tratamiento ampliamente aceptado en la actualidad para pacientes con insuficiencia orgánica terminal. En todo el mundo, para muy diversas indicaciones, los trasplantes de riñón, hígado, páncreas, intestino, corazón y pulmón son el estándar de atención actual.
++
Sin embargo, el éxito obtenido con los trasplantes ha creado nuevos retos. Una mejor comprensión de la fisiopatología de la insuficiencia orgánica en etapa terminal y también los avances en la medicina de cuidados intensivos y en el tratamiento de diversas enfermedades llevaron a la expansión de los criterios para realizar los trasplantes y disminuir sus contraindicaciones. Como resultado, la diferencia entre el número creciente de pacientes en lista de espera) y el número limitado de órganos disponibles es uno de los más grandes desafíos del campo (fig. 11–1). Sólo en 2007, de acuerdo con la Red Unida para la Donación de Órganos (UNOS, United Network for Organ Sharing), alrededor de 115 000 pacientes en Estados Unidos estaban esperando por un trasplante. Sin embargo, la cantidad de trasplantados se aproximó tan solo a 35 000 (fig. 11–2).
++++