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Puntos clave
La neurocirugía se especializa principalmente en el tratamiento quirúrgico de los trastornos del sistema nervioso central, periférico y autónomo.
Aunque la exploración clínica es primordial, el diagnóstico y el tratamiento neuroquirúrgico se ven favorecidos en gran medida por una variedad de modalidades, como la resonancia magnética y el monitoreo de la presión intracraneal.
Los objetivos comunes del tratamiento para el traumatismo craneoencefálico y la lesión de la médula espinal están dirigidos a prevenir los ataques secundarios de hipoxia e hipotensión.
La hemorragia subaracnoidea aneurismática continúa siendo una de las enfermedades neuroquirúrgicas más mórbidas e intensas. El tratamiento endovascular es una tecnología en desarrollo, que permite asegurar sin percances los aneurismas rotos.
Los tumores cerebrales pueden surgir de tejidos primarios o metastásicos. El tratamiento generalmente implica la resección, seguida de radiación y/o quimioterapia, según el tipo y el grado del tumor.
La instrumentación raquídea se utiliza en la estabilización quirúrgica de muchos tipos de inestabilidad espinal; incluida la inestabilidad traumática, infecciosa, oncológica y degenerativa.
La infección del sistema nervioso es un problema médico grave y frecuente. El tratamiento quirúrgico está indicado para la mayoría de las afecciones en las que hay compresión sintomática de las estructuras neurales.
La neurocirugía funcional a través de implantes de dispositivos es una disciplina que evoluciona rápidamente y se ha convertido en el estándar de atención en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson resistente a los medicamentos y el temblor esencial. Una variedad más amplia de objetivos de estimulación cerebral profunda se utilizan en padecimientos neuropsiquiátricos adicionales.
La radiocirugía estereotáctica es una fuerte opción de tratamiento para la enfermedad intracraneal, ya sea primaria o coadyuvante. La cirugía con bisturí gamma se puede utilizar en el tratamiento de tumores, malformaciones vasculares y neuralgias craneales.
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La cirugía neurológica proporciona el manejo quirúrgico y no quirúrgico, es decir, la prevención, el diagnóstico, la valoración inicial, el tratamiento, la atención crítica y la rehabilitación de los trastornos del sistema nervioso central, periférico y autónomo (ANS, autonomic nervous systems). Estas irregularidades incluyen las del cerebro, las meninges, el cráneo y la base del cráneo y su irrigación sanguínea; así como el tratamiento quirúrgico y endovascular de los trastornos de la vasculatura intracraneal y extracraneal, que irrigan el cerebro y la médula espinal, las alteraciones de la glándula hipofisaria, de la médula espinal, meninges y columna vertebral, también aquellos que pueden requerir tratamiento por fusión, instrumentación o técnicas endovasculares y de los nervios craneales y raquídeos a lo largo de su distribución.
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El primer paso del diagnóstico neurológico es la obtención de una anamnesis precisa. Los antecedentes de traumatismo o de síntomas neurológicos son de interés evidente; pero los síntomas constitucionales generales también son importantes. La enfermedad neurológica puede tener efectos sistémicos; mientras que las dolencias de otros sistemas pueden afectar la función neurológica. Debe entenderse la capacidad médica general del paciente para soportar el ...