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Puntos clave
El sesgo cognitivo es ineludible y limita la capacidad para avanzar y mejorar de manera científica tanto de los médicos individuales como del campo quirúrgico en general. La medicina basada en la evidencia es un intento de codificar el proceso de interpretación de la experiencia, evaluar la literatura y traducirla a la práctica.
Tratar e interpretar la gran cantidad de literatura quirúrgica disponible en internet puede ser desalentador, y se puede ayudar en esta tarea mediante la aplicación de formatos identificados para ejecutar la búsqueda en línea. El formato PICO (Patient/Population, Intervention, Comparison and Outcome), acrónimo que significa Paciente/población, Intervención, Comparación y Resultado, es un método comúnmente utilizado para codificar la búsqueda en línea.
No toda la literatura o evidencia es creada del mismo modo. Existen varios enfoques, como los niveles de evidencia del Centro de Oxford para la Medicina Basada en la Evidencia (CEBM, Oxford Center for Evidence Based Medicine) o el sistema GRADE (Grading and Recommendations, Assessment, Development and Evaluation), Calificación y Recomendaciones, Valoración, Desarrollo y Evaluación, que se han desarrollado para proporcionar orientación sobre la evaluación y clasificación de la literatura científica.
La conversión de evidencias en prácticas clínicas a menudo se manifiesta en la creación de guías clínicas. Al igual que con todo lo relacionado con la medicina basada en la evidencia, no todas las guías son iguales y, por tanto, hay ciertas características que se pueden usar para evaluar la calidad de una guía clínica particular.
Existen desafíos específicos para la aplicación de la medicina basada en la evidencia a la cirugía, entre ellos, la dificultad para realizar un ensayo clínico verdaderamente aleatorizado. Las guías CONSORT (Consolidated Standard of Reporting Clinical Trials), Estándar Consolidado de Informes de Ensayos Clínicos, se desarrollaron para servir como recomendaciones mínimas a la hora de informar ensayos clínicos aleatorios.
El conocido dicho “Hay mentiras, malditas mentiras, y luego estadísticas” señala el reconocimiento de que las herramientas estadísticas pueden ser mal utilizadas y enfatiza la necesidad de comprender la aplicación apropiada, los límites y la interpretación de las estadísticas informadas.
La medicina basada en la evidencia no se ha mantenido hasta el momento con sus propios estándares de evidencia. Reconocer que la “evidencia” disponible es un panorama en constante cambio debe advertirnos contra los peligros de la certeza epistémica, y enfatiza aún más el hecho de que la educación quirúrgica es un proceso continuo y perpetuo.
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La importancia singular de este capítulo se basa en la siguiente cadena de razonamientos:
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El estado de la ciencia quirúrgica y del conocimiento está cambiando constantemente.
La educación de un cirujano es un proceso continuo.
Los cirujanos deben saber cómo evaluar los nuevos conocimientos quirúrgicos para mantener su educación acorde con la posibilidad de brindar el mejor servicio a sus pacientes.
Este capítulo proporciona una guía sobre ...