++
El sistema nervioso autónomo (SNA) es un componente fundamental del sistema nervioso que comprende un conjunto complejo de neuronas y vías neuronales de control de la función de los diferentes sistemas de órganos viscerales. La función primordial del SNA es mantener la homeostasis y reaccionar de manera adaptativa a los cambios en el medio externo e interno.
++
El SNA inerva el corazón, el músculo liso de todos los órganos, las vísceras abdominales, las glándulas exocrinas y endocrinas y el sistema inmunitario. Por lo tanto, el SNA participa en la regulación de la respiración, la circulación, la digestión, el metabolismo y el medio interno, la secreción exocrina y endocrina, las respuestas inmunes, la temperatura corporal y la reproducción. Desafortunadamente, dicha importancia médica no se reconoce en muchos textos de fisiología en los que el tema ocupa mucho menos espacio que el otorgado, por ejemplo, a las funciones somatosensoriales o cognitivas.
++
La estructura básica y el funcionamiento del SNA se definieron a principios del siglo pasado principalmente por los trabajos de Gaskell y Langley, quienes reconocieron sus dos divisiones principales: la simpática y la parasimpática. Además, Langley designó al sistema nervioso entérico como una tercera división basada en el plexo submucoso de Meissner y el plexo mientérico de Auerbach, ubicados en la pared del tracto gastrointestinal, aunque bajo el control las divisiones simpática y parasimpática. Superando el concepto clásico de un sistema puramente eferente, actualmente se acepta que el SNA está compuesto de aferentes viscerales, centros de integración, particularmente en el tronco encefálico, el hipotálamo y la corteza límbica, y eferentes viscerales simpáticos y parasimpáticos, de modo que el SNA se extiende tanto en el sistema nervioso central (SNC) como en la periferia.
++
Conceptualmente, la naturaleza biopsicosocial-ecológica del individuo se expresa cabalmente por la función de su SNA. Su nombre es engañoso porque ningún componente muestra “autonomía” en un cuerpo integrado. Tampoco sus cambios son únicamente “pasivos” o generados “sin elaboración por la mente”. Todos los sistemas del cuerpo dependen y se ven afectados por la acción de otros en una organización multicelular.
++
Y estas relaciones dinámicas son el núcleo de la homeostasis, un concepto clave en fisiología. “Homeostasis” se utiliza hoy para definir no sólo las estrategias que permiten la respuesta adecuada del cuerpo ante los cambios en el entorno (homeostasis reactiva), sino también los mecanismos temporales extraordinariamente desarrollados que permiten al cuerpo predecir la aparición de los estímulos ambientales (homeostasis predictiva, basado en los ritmos biológicos).
++
Los reflejos autonómicos están mediados por vías neuronales en el tronco encefálico y la médula espinal y, en general, regulan el rendimiento de órganos y sistemas muy rápidamente (en milisegundos). El control autónomo también está mediado por regiones específicas del cerebro, como el hipotálamo, que es responsable de la regulación a medio plazo (minutos) y a largo plazo (horas o días) de los sistemas de órganos y tejidos.
++...