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MECANISMOS BÁSICOS DE FORMACIÓN DE LA ORINA

La orina es un producto orgánico formado por agua y una multitud de sustancias en disolución. La orina se forma como consecuencia de la actuación de diversos mecanismos mediante los que el riñón realiza su principal función, la regulación del volumen y de la composición del líquido extracelular. Eliminar sustancias de desecho, ajustar las concentraciones de iones esenciales para las funciones celulares o controlar la cantidad de agua a eliminar son algunas de las funciones particulares que contribuyen a esa función general. Para ello, el riñón realiza una depuración o aclaramiento del plasma que lo atraviesa.

Los mecanismos básicos por los que se forma la orina son tres. El acontecimiento inicial es la filtración de una fracción del plasma que atraviesa los capilares glomerulares. A continuación, el filtrado glomerular sufrirá procesos de reabsorción o devolución de sustancias filtradas al plasma, y de secreción o eliminación desde el plasma o desde las células renales a la luz tubular. La orina final, por tanto, será el resultado de la filtración y secreción menos la reabsorción. En condiciones normales, prácticamente todos los productos, excepto las proteínas, son filtrados y reabsorbidos en gran medida. Así, el riñón reabsorbe casi 99% del agua y sodio filtrados, toda la glucosa, etc. (cuadro 29–1).

Cuadro 29–1Manejo renal diario de diversas sustancias.

FILTRACIÓN GLOMERULAR

El proceso inicial en la formación de la orina es la filtración de una fracción del plasma que atraviesa los capilares glomerulares hacia el comienzo del túbulo proximal o cápsula de Bowman. En esencia, la filtración glomerular tiene lugar, al igual que en el resto de capilares sistémicos, como consecuencia del juego de las llamadas fuerzas de Starling que determinan el intercambio de agua y solutos entre el capilar y el intersticio (figura 29–1); es decir, las presiones hidrostáticas y oncóticas en el capilar glomerular y la cápsula de Bowman o porción inicial del túbulo proximal. Se denomina presión efectiva de filtración (PEF) a la fuerza neta que produce el movimiento de agua y solutos a través de la membrana glomerular.

Figura 29–1

El gradiente de presión hidrostática supera al de presión oncótica, favoreciéndose la filtración en todo el capilar (línea verde). Sin embargo, si el gradiente de presión oncótica lo iguala, se produce un equilibrio de filtración (línea amarilla).

La PEF depende de dos factores:

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