++
El proceso de la gestación es uno de los logros más complejos y fascinantes de la evolución animal. Una glándula temporal, la placenta, a través de su producción hormonal controla y coordina la fisiología materna y fetal. En los mamíferos, la gran inversión fisiológica que realiza el organismo materno en sus crías contrasta con lo que sucede en peces e invertebrados inferiores, en los que incluso la inseminación y la fertilización tienen lugar después de que los huevos sean expulsados de la hembra. El éxito de la condición vivípara depende de la existencia de mecanismos que modifiquen la fisiología materna para asegurar la nutrición fetal dentro del útero. La placenta mantiene el útero grávido quiescente, constituye un filtro selectivo y es además un órgano endocrino de gran complejidad y competencia.
++
La condición vivípara implica también la interrupción de este sistema de intercambio cuando se ha completado el desarrollo fetal mediante el proceso del parto, que posee su propia homeostasis, para minimizar los riesgos para la madre y el feto. En animales superiores, los individuos de la nueva generación son al nacer incapaces de sostener una vida independiente, de forma que el proceso reproductor continúa más allá de la gestación, con la lactancia y el desarrollo de pautas de conducta maternal.
++
Las fases iniciales de la gestación (la fecundación, la fertilización y la implantación) están sincronizadas con el ciclo menstrual (figura 85–1). Los estrógenos producidos en la fase folicular tardía estimulan la maduración meiótica del ovocito y la descarga ovulatoria de hormona luteinizante (LH). Después de la ovulación el complejo cúmulo-ovocito transita a las trompas de Falopio.
++++
Durante el coito se eyaculan unos 3.5 mL de semen, que contienen unos 120 millones/mL de espermatozoides. El proceso de fecundación comienza con el transporte de estos gametos masculinos desde la vagina hasta la porción distal de la trompa de Falopio, donde puede tener lugar su unión al gameto femenino. Poco tiempo después del coito entre 50 y 100 espermatozoides llegan a la región de las trompas de Falopio donde se encuentra el óvulo. En los 5 a 15 minutos siguientes a la inseminación vaginal se pueden encontrar espermatozoides en el istmo uterotubárico. El movimiento de los espermatozoides es tan lento (0.1 a 3 mm/min) y su transporte vagina-oviducto es tan rápido (cinco minutos), que no podría explicar por sí solo su transporte. La actividad contráctil del músculo liso y el movimiento de los cilios del tracto femenino favorecen el tránsito. Ambas actividades están bajo control hormonal; las contracciones del útero y de las trompas de Falopio son estimuladas por las prostaglandinas del líquido seminal y por la oxitocina liberada durante el orgasmo femenino.
+...