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El tratamiento profiláctico para las enfermedades cardiovasculares puede ofrecer una esperanza de vida casi normal. Sin embargo, con una esperanza de vida más prolongada, las enfermedades relacionadas graves, antes infrecuentes, hoy en día son más comunes, por ejemplo apnea obstructiva del sueño, miocardiopatía, aneurisma y disección de aorta abdominal y de arterias periféricas, problemas neurológicos relacionados con ectasia de la duramadre y artritis degenerativa.