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INTRODUCCIÓN

Los siguientes principios son útiles para guiar la atención de adultos mayores:

  1. Muchos trastornos tienen origen multifactorial y se tratan mejor con intervenciones multifactoriales.

  2. Las enfermedades se presentan a menudo de forma atípica o con síntomas inespecíficos (p. ej., confusión, disminución de la capacidad funcional).

  3. No todas las anomalías requieren valoración y tratamiento.

  4. Retos comunes incluyen regímenes farmacológicos complejos, problemas de apego terapéutico y la polifarmacia.

  5. A menudo coexisten varias enfermedades crónicas y deben tratarse de manera coordinada con las patologías restantes.

Las enfermedades asociadas son comunes en personas mayores y a menudo no aplica la “ley de la economía” para el diagnóstico. Por ejemplo, la fiebre, anemia y un soplo cardíaco sugiere endocarditis en un paciente joven; sin embargo, en pacientes mayores, sugiere tres explicaciones diferentes (enfermedad viral, anemia inexplicada por el envejecimiento y esclerosis aórtica) y éstas son más probables que un solo diagnóstico de endocarditis.

La presentación de la enfermedad a menudo es atípica en pacientes de edad avanzada. Un trastorno en un aparato y sistema puede ocasionar síntomas en otro, en especial si existe una enfermedad preexistente que la comprometa. Un número limitado de síntomas de presentación (p. ej., confusión, caídas, incontinencia, mareo y disminución de la capacidad funcional) predominan sin importar la causa subyacente. Así, sin importar los síntomas de presentación en personas mayores, con frecuencia es similar el diagnóstico diferencial. Una persona de 80 años de edad con caídas de aparición reciente y confusión podría padecer neumonía, infarto agudo del miocardio, apoplejía o infección de vías urinarias.

Como muchos síndromes geriátricos tienen múltiples causas, las intervenciones múltiples dirigidas pueden ser un método más realista que intentar encontrar una “cura”. Por ejemplo, el mareo a menudo es multifactorial en adultos mayores. El tratamiento exitoso puede incluir la corrección de la visión, prescripción de terapia física dirigida a incrementar la fortaleza física y el equilibrio y reducción de los fármacos sedantes, en lugar de limitarse a un solo problema.

Muchas manifestaciones anormales son relativamente comunes en personas de edad avanzada y podrían no ocasionar un síntoma particular. Tales manifestaciones pueden incluir bacteriuria asintomática, extrasístoles ventriculares y tiempo de reacción lento. Además, muchos pacientes mayores con múltiples enfermedades asociadas pueden tener anomalías de laboratorio que, mientras que son patológicas, no tienen importancia clínica. Un estudio diagnóstico completo para una anemia leve de enfermedad crónica en una persona con múltiples problemas podría ser una carga pesada para un paciente con poca posibilidad de mejorar su calidad de vida o longevidad. Si bien, dichas anomalías deben ser registradas en el expediente médico, pueden atenderse en orden de prioridad tomando en consideración los objetivos y preferencias del paciente (p. ej., deseo de independencia, de control de los síntomas, deseo de longevidad) los cuales determinan la estrategia de valoración.

Muchos pacientes de edad avanzada deben llevar regímenes farmacológicos complejos, en particular aquellos individuos ...

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