e3-09: Telemedicina

La telemedicina consiste en el uso de la información y tecnología de la comunicación para proporcionar atención sanitaria cuando grandes distancias separan a los participantes. Los médicos han practicado la telemedicina por vía telefónica desde que se inventó el teléfono. Las aplicaciones de videotelemedicina se dirigieron inicialmente a un video interactivo para conectar a pacientes con médicos especialistas ubicados a grandes distancias, con especialistas situados en centros médicos urbanos de alta especialidad, aunque cada vez más a menudo se ofrecen servicios de telemedicina para médicos de primero y segundo niveles, cuando es conveniente para el paciente. La generación actual de aplicaciones de telemedicina amplía la capacidad del médico distante más allá de intervenciones diagnósticas. La telecirugía, la psicoterapia a distancia y las visitas domiciliarias virtuales han probado su utilidad para el tratamiento de enfermedades crónicas, aunque han conseguido un desarrollo discreto en algunas zonas. La vigilancia remota de enfermedades crónicas que utilizan dispositivos médicos de red, como monitores para medir la presión arterial y la glucemia, cada vez se emplean más, en particular en forma de organizaciones de atención médica responsable (ACO, Accountable Care Organizations) que reciben incentivos para proporcionar tratamiento de enfermedades a largo plazo de forma tan rentable como sea posible. Varias páginas electrónicas describen estos usos innovadores y otros de la telemedicina para los médicos interesados en explorarla (cuadro e3–3).

Aunque la transferencia de la información supera los límites geográficos, las licencias médicas no lo hacen, en especial en Estados Unidos, donde varios estados han limitado de manera explícita la práctica interestatal de la medicina. La responsabilidad y negligencia médica son aspectos difíciles, dado que la práctica de la telemedicina posee una nueva forma de relación médico-paciente, con sus riesgos relacionados, como fallas técnicas que ocasionen alteración de los datos o información subóptima.

Las prácticas de las compañías aseguradoras se encuentran atrasadas con respecto a esta tecnología. Medicare paga las visitas de telemedicina que satisfacen solo un grupo de criterios restrictivos y las “leyes de iguala de la telemedicina” varían ampliamente entre las compañías aseguradoras de acuerdo con la jurisdicción. La valoración por telerradiología suele reembolsarse, al igual que ciertas consultas, valoraciones médicas, psicoterapia individual, sesiones de tratamiento farmacológico con audio y video interactivos.