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Por lo general, la apendicitis se inicia con dolor periumbilical o epigástrico vago, a menudo de tipo cólico. En el transcurso de 12 h el dolor cambia al cuadrante inferior derecho y se manifiesta como una molestia constante que empeora al caminar o toser. Casi todos los pacientes presentan náusea con uno o dos episodios de vómito. El vómito prolongado o que se presenta antes del inicio del dolor sugiere otro diagnóstico. Es típica una sensación de estreñimiento, y algunos individuos utilizan catárticos en un esfuerzo por aliviar sus síntomas, aunque algunos refieren diarrea. Es típica la febrícula (< 38°C); la fiebre alta o escalofrío indican otro diagnóstico o perforación apendicular.
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En la exploración física puede desencadenarse dolor localizado a la palpación con resistencia muscular involuntaria en el cuadrante inferior derecho mediante la palpación suave con un dedo. Cuando se pide a los pacientes que tosan, es posible que localicen con precisión el área dolorosa, lo que constituye un signo de irritación peritoneal. La percusión ligera también causa dolor. No es necesario buscar el signo de rebote si están presentes las manifestaciones anteriores. Los signos del psoas (dolor en la extensión pasiva de la cadera derecha) y obturador (dolor con la flexión pasiva y rotación interna de la cadera derecha) indican inflamación adyacente y sugieren con firmeza apendicitis.
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B. Presentaciones atípicas de apendicitis
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Existen algunas presentaciones “atípicas” del apéndice por su localización variable. Como el apéndice retrocecal no toca la pared anterior del abdomen, el dolor permanece menos intenso y mal localizado; la hipersensibilidad abdominal es mínima y puede despertarse en el flanco derecho. Puede ser positivo el signo del psoas. En la apendicitis pélvica hay dolor en la porción baja del abdomen, con frecuencia en el lado izquierdo, con urgencia para orinar o defecar. No hay hipersensibilidad abdominal, pero es evidente en la exploración ginecológica o el tacto rectal; puede presentarse el signo del obturador. Es común el retraso en el diagnóstico en ancianos porque presentan muy pocos síntomas, que además son vagos, e hipersensibilidad leve del abdomen. En el embarazo, la apendicitis puede manifestarse con dolor en el cuadrante inferior derecho, el área periumbilical o la zona subcostal derecha por el desplazamiento del apéndice por el útero.
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C. Datos de laboratorio
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Es muy común la leucocitosis moderada (10 000 a 20 000/μl) con la neutrofilia. En 25% de los casos hay hematuria y piuria microscópicas.
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D. Estudios de imagen
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En el diagnóstico de apendicitis son útiles la ecografía y la CT de abdomen, así como para excluir otras enfermedades que presentan síntomas similares, como una afectación de los anexos en mujeres jóvenes. Aunque, al parecer, es más precisa la CT (sensibilidad, 94%; especificidad, 95%; cociente de probabilidad positivo, 13.3; cociente de probabilidad negativo, 0.09). Cuando se sospecha perforación apendicular también es útil la CT de abdomen para diagnosticar un absceso periapendicular. Si se sospecha en gran medida apendicitis por los datos clínicos, algunos cirujanos consideran que no son necesarias las imágenes diagnósticas preoperatorias. Sin embargo, las investigaciones sugieren que incluso en este grupo, los estudios de imagen indican un diagnóstico alternativo hasta en 15 por ciento.