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ACTUALIZACIONES CLÍNICAS EN SÍNDROME DE COLON IRRITABLE
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Aunque deben evitarse las pruebas excesivas en el síndrome de colon irritable, una guía de práctica de la American Gastroenterological Association de 2019 recomienda pruebas de laboratorio selectas en pacientes con diarrea crónica para descartar otros diagnósticos.
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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
Trastorno funcional crónico caracterizado por dolor abdominal con modificación en los hábitos intestinales.
Los síntomas generalmente comienzan en la adolescencia tardía hasta el inicio de la tercera década de la vida.
Se realiza valoración limitada para descartar causas orgánicas de los síntomas.
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Los trastornos funcionales del tubo digestivo se caracterizan por una combinación variable de síntomas GI crónicos o recurrentes que no se explican por la presencia de anomalías estructurales o bioquímicas. En este término amplio se incluyen varias entidades clínicas que comprenden dolor torácico sin origen claro (dolor torácico no cardiaco), dispepsia funcional y discinesia biliar (disfunción del esfínter de Oddi). Hay una gran superposición entre estas entidades. Por ejemplo, también tienen síntomas compatibles con síndrome de colon irritable más de la mitad de los pacientes con dolor torácico no cardiaco y la tercera parte de pacientes con dispepsia funcional. En ninguno de estos trastornos hay un estudio diagnóstico definitivo. En cambio, este último es subjetivo y se basa en la presencia de un perfil compatible y la exclusión de padecimientos similares.
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Por lo tanto, el síndrome de colon irritable se puede definir como la entidad clínica idiopática que se caracteriza por dolor o molestia abdominal crónica (> 3 meses), acompañada de alteraciones de los hábitos intestinales. Estos síntomas pueden ser continuos o intermitentes. La definición de Roma IV, de 2016, aceptada en forma unánime de síndrome de colon irritable es molestia o dolor abdominal con dos de las tres características siguientes: 1) alivio con la defecación; 2) inicio vinculado con un cambio de la frecuencia de defecaciones, o 3) comienzo relacionado con una variación de la forma (aspecto) de las heces. Los síntomas del dolor abdominal deben presentarse por lo menos un día por semana. Otros síntomas que apoyan el diagnóstico son frecuencia anormal de defecaciones; forma anormal de las heces (grumosas o duras; sueltas o acuosas); defecación anormal (esfuerzo, urgencia o sensación de evacuación incompleta); eliminación de moco, y meteorismo o sensación de distensión abdominal.
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Algunos pacientes tienen otras molestias somáticas o psicológicas, como dispepsia, pirosis, dolor torácico, cefalea, fatiga, mialgias, disfunción urológica, síntomas ginecológicos, ansiedad o depresión.
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El trastorno es un problema frecuente que atienden gastroenterólogos y médicos de cuidados primarios. Hasta 10% de la población adulta tiene síntomas consistentes con este diagnóstico, pero la mayoría nunca busca atención médica. Casi 65% de los enfermos con síndrome de colon irritable son mujeres.
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Se conocen varios mecanismos fisiopatológicos que pueden tener una importancia variable en diferentes personas.