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La laringitis aguda puede ser la causa más frecuente de disfonía que persista por casi una semana después de desaparecer los síntomas de una infección de vías respiratorias altas. Se recomienda al paciente que evite el uso intensivo de la voz (canto, gritos) hasta que ésta recupere la normalidad, porque el uso persistente puede conducir a formación de pólipos vocales traumáticos, nódulos y quistes. Aunque se cree que por lo general es de origen viral, es posible aislar tanto M. catarrhalis como H. influenzae de la nasofaringe con una frecuencia mayor de la esperada. A pesar de este hallazgo, en los metaanálisis no se ha demostrado con datos convincentes que los antibióticos modifiquen de manera significativa la resolución natural de la laringitis aguda. La eritromicina puede acelerar la percepción subjetiva de ronquera y tos. Pueden administrase corticoesteroides VO o por vía IM en casos muy escogidos de vocalistas profesionales, para acelerar su recuperación y cumplir con sus actuaciones. Se exploran las cuerdas vocales y también la técnica vocal, antes de iniciar la corticoterapia, porque las cuerdas inflamadas están expuestas a un mayor peligro de hemorragia y a alteraciones traumáticas tardías.
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Jaworek
AJ
et al. Acute infectious laryngitis: a case series. Ear Nose Throat J. 2018 Sep;97(9):306–13.
[PubMed: 30273430]
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2. REFLUJO LARINGOFARÍNGEO
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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
Por lo común, el reflujo se acompaña de disfonía, irritación faríngea y tos crónica.
Los síntomas ocurren típicamente cuando la persona está erecta; la mitad de los pacientes no presenta pirosis.
Los datos de la laringoscopia son de gran importancia para descartar otras causas de la ronquera.
El diagnóstico se establece con base en la respuesta a la administración de inhibidores de la bomba de protones.
La ineficacia de los inhibidores de la bomba de protones es frecuente y puede sugerir que el trastorno tiene otro origen.
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El reflujo gastroesofágico al interior de la laringe (reflujo laringofaríngeo) se considera una posible causa de disfonía crónica cuando se excluyeron otras causas de vibración anormal de las cuerdas vocales verdaderas (como tumor o nódulo) mediante laringoscopia. Se ha sugerido que la enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD, gastroesophageal reflux disease) es un factor que contribuye a otros síntomas como carraspeo, molestia faríngea, tos crónica, sensación de goteo retronasal y espasmo esofágico y algunos de asma. Menos de la mitad de los pacientes con reflujo laringoesofágico comprobado presenta síntomas típicos de pirosis y regurgitación, por lo que no debe considerarse que la ausencia de ellos elimine esta causa. La mayoría de los pacientes con GERD sintomático no satisface los criterios para enfermedad por reflujo gastroesofágico con pruebas de medición de pH y estos trastornos deben considerarse como entidades independientes. La prevalencia del trastorno ha sido objeto de violentos debates en las publicaciones, y el reflujo laringofaríngeo quizá no sea tan frecuente como alguna vez se pensó.
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