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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO
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Predisposición a la trombosis venosa, por lo general de las extremidades inferiores.
Uno o más de los siguientes: disnea, dolor torácico, hemoptisis, síncope.
Taquipnea y diferencia alveoloarterial de PO2 ensanchada.
Mayores defectos en dímero D rápido y defectos característicos en el arteriograma de tórax por CT, en el gammagrama pulmonar de ventilación/perfusión o en el angiograma pulmonar.
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La tromboembolia pulmonar venosa, a menudo referida como embolia pulmonar (PE, pulmonary embolism), es una complicación frecuente grave potencialmente letal de la formación de trombos en el interior de la circulación venosa profunda. La PE constituye la tercera causa de muerte en sujetos hospitalizados. A pesar de esta prevalencia, casi ninguno de los casos se identifica antes de la muerte y < 10% de los pacientes con émbolos letales recibió tratamiento específico para el trastorno. El manejo exige una estrategia sistemática vigilante para el diagnóstico, así como conocer los factores de riesgo para administrar el tratamiento preventivo apropiado.
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Muchas sustancias pueden causar émbolos en la circulación pulmonar, incluidos aire (durante procedimientos de neurocirugía o procedente de catéteres venosos centrales), líquido amniótico (en un trabajo de parto activo), grasa (fracturas de huesos largos), cuerpos extraños (talco en quienes consumen drogas inyectables), huevecillos de parásitos (esquistosomiosis), émbolos sépticos (endocarditis infecciosa aguda) y células tumorales (adenocarcinoma renal). El émbolo más frecuente es un trombo, que puede desprenderse de cualquier parte de la circulación venosa o el corazón, si bien se origina con mayor frecuencia de las venas profundas de las extremidades inferiores. Los trombos limitados a la pantorrilla rara vez causan embolias de la circulación pulmonar. Sin embargo, alrededor de 20% de los trombos de las venas de la pantorrilla se propaga en forma proximal hacia las venas poplíteas e iliofemorales, sitio en el cual pueden romperse y embolizar la circulación pulmonar. En 50% a 60% de los sujetos con trombosis venosa profunda (DVT, deep venous thrombosis) proximal se forman émbolos pulmonares; la mitad de estos episodios embólicos no causa síntomas. Entre 50% y 70% de los enfermos con émbolos pulmonares sintomáticos tiene DVT en las extremidades inferiores cuando se valora.
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La PE y la DVT son dos manifestaciones de la misma enfermedad. Los factores de riesgo de émbolos pulmonares son los mismos que los de la formación de trombos en la circulación venosa: estasis venosa, lesión de la pared de los vasos e hipercoagulabilidad (tríada de Virchow). La estasis venosa aumenta con la inmovilidad (obesidad, apoplejía y reposo en cama, en especial en el posoperatorio), hiperviscosidad (policitemia) y aumento de las presiones venosas centrales (estado de gasto cardiaco bajo, embarazo). Los vasos pueden dañarse por episodios previos de trombosis, intervención ortopédica o traumatismo. La hipercoagulabilidad puede deberse a fármacos (anticonceptivos orales, tratamiento de sustitución hormonal) o enfermedades (cáncer, intervenciones quirúrgicas) o resultar de defectos hereditarios. La causa hereditaria más común en poblaciones caucásicas es ...