Los traumatismos o las infecciones pueden afectar el conducto de la glándula de Bartholin y causar obstrucción. Al impedirse el drenaje de la secreción hay dolor, edema y formación de un absceso (fig. 18–1).
Los síntomas principales incluyen tumefacción dolorosa periódica en uno de los lados del introito y dispareunia. Una tumoración fluctuante de 1 a 4 cm de diámetro en la porción inferior de uno de los labios menores sugiere oclusión de un conducto de la glándula de Bartholin. La hipersensibilidad es prueba de infección activa.
Se obtiene cultivo para Chlamydia y otros patógenos de la secreción o pus provenientes de la glándula; se administra el tratamiento correspondiente (cap. 33); son útiles las aplicaciones frecuentes de compresas húmedas. Todos los quistes y abscesos > 3 cm deben someterse a incisión y drenaje con esfuerzos adicionales para mantener abierto el trayecto (p. ej., catéter de Word o marsupialización). Se considera la marsupialización en caso de recurrencia después de dos colocaciones previas de catéteres de Word. Los antibióticos son innecesarios, a menos que haya celulitis. En mujeres < 40 años, los quistes asintomáticos no requieren tratamiento; en mujeres > 40 años, se recomienda la biopsia o extirpación para descartar carcinoma vulvar.