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BASES PARA EL DIAGNÓSTICO

  • Dos vías independientes para el desarrollo: VPH o inflamación crónica.

  • Antecedente de irritación vulvar prolongada con prurito, malestar local o secreción poco sanguinolenta.

  • Las lesiones tempranas pueden sugerir o incluir trastornos epiteliales no neoplásicos.

  • Las lesiones tardías aparecen como una tumoración, crecimiento exofítico o zona ulcerada firme en la vulva (eFig. 18–21).

  • Se necesita biopsia para establecer el diagnóstico.

eFigura 18–21.

Carcinoma hipertrófico difuso in situ de la vulva y piel perianal. Se realizó una vulvectomía. (Reproducida con autorización de DeCherney AH, Pernoll ML [editores]. Current Obstetrics & Gynecology Diagnosis & Treatment, 8th ed. Originally published by Appleton & Lange. Copyright © 1994 by The McGraw-Hill Companies, Inc.)

GENERALIDADES

La mayor parte de las neoplasias malignas de vulva son lesiones epidermoides que por lo general se presentan en mujeres > 50 años de edad. Se han identificado varios subtipos de HPV (en particular 16, 18 y 31) en algunas de las neoplasias malignas vulvares, no en todas. Entre 70% a 90% de las neoplasias intraepiteliales vulvares (VIN, vulvar intraepithelial neoplasia) y 40% a 60% de las neoplasias malignas vulvares se relacionan con HPV. El liquen escleroso vulvar se asocia con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de vulva. Como en las lesiones epidermoides del cuello uterino, se utiliza un sistema de clasificación por grados de la neoplasia intraepitelial vulvar, desde la displasia hasta el carcinoma in situ.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Se deben considerar otras lesiones vulvares. La neoplasia intraepitelial de la vulva puede parecerse al cáncer de la vulva y debe diferenciarse por estudio histopatológico. Deben descartarse trastornos vulvares benignos en el diagnóstico de carcinoma de la vulva, lo que incluye dermatosis vulvar inflamatoria (psoriasis, liquen escleroso, liquen plano), lesiones granulomatosas crónicas (p. ej., linfogranuloma venéreo, sífilis), condilomas, quistes de inclusión epidérmica, hidradenomas o neurofibromas (eFig 18–22). Deben someterse a biopsia el liquen escleroso y otros cambios de leucoplasia relacionados en la piel. La posibilidad de que aparezca un cáncer vulvar superpuesto en una mujer con un trastorno epitelial no neoplásico es de 1% a 5%.

eFigura 18–22.

Linfogranuloma venéreo. Obsérvese la afectación del perineo y la diseminación sobre las nalgas. (Reproducido con autorización de DeCherney AH, Pernoll ML [editores]. Current Obstetrics & Gynecology Diagnosis & Treatment, 8th ed. Originally published by Appleton & Lange. Copyright © 1994 by The McGraw-Hill Companies, Inc.)

DIAGNÓSTICO

La biopsia es esencial para el diagnóstico de la neoplasia intraepitelial vulvar y de cáncer vulvar y debe realizarse en cualquier caso de lesión vulvar atípica localizada, incluidas las zonas blancas. En el consultorio y bajo anestesia local se pueden obtener múltiples muestras de piel en sacabocado y ...

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