Los hallazgos patológicos son exclusivos de esta enfermedad, con congestión grasa de los hepatocitos. Las manifestaciones clínicas son graduales y los primeros síntomas más frecuentes son náusea y vómito. Con frecuencia también se observan diversos grados de síntomas de gripe, los cuales finalmente degeneran en datos de insuficiencia hepática fulminante: ictericia, encefalopatía, coagulación intravascular diseminada y muerte. A la exploración física la paciente exhibe signos de insuficiencia hepática.
Los resultados de los análisis comprenden elevación acentuada de fosfatasa alcalina pero elevación moderada de alanina aminotransferasa (ALT) y aspartato aminotransferasa (AST). Se acompañan de hipocolesterolemia e hipofibrinogenemia y la hipoglucemia en algunos casos es excesiva. A menudo también se observa coagulopatía con producción reducida de proteína procoagulante. Se debe valorar la función renal en el síndrome hepatorrenal. Los leucocitos se elevan y las plaquetas disminuyen.