La enfermedad de Lyme se revisa en el capítulo 34.
La artritis bacteriana aguda no gonocócica se debe con frecuencia a diseminación hematógena a la articulación; es poco común la inoculación directa por traumatismo penetrante. El factor de riesgo fundamental es la bacteriemia persistente (p. ej., uso de drogas inyectadas, endocarditis, infección en otros sitios), articulaciones dañadas (como artritis reumatoide) o protésicas, inmunodepresión (p. ej., edad avanzada, diabetes, insuficiencia renal avanzada, alcoholismo, cirrosis y tratamiento inmunodepresor) y pérdida de la integridad cutánea (p. ej., soriasis o úlcera cutánea). Staphylococcus aureus es el patógeno más común de la artritis bacteriana no gonocócica y representa casi 50% de todos los casos. S. aureus resistente a meticilina (MRSA, methicillin-resistant S. aureus) y estreptococos del grupo B son causa importante y frecuente de artritis séptica. La artritis bacteriana por bacterias gramnegativas representa casi 10% de los casos y es común en consumidores de drogas inyectadas y personas con inmunodepresión. Escherichia coli y Pseudomonas aeruginosa son las bacterias gramnegativas aisladas con mayor frecuencia en adultos. Los cambios patológicos incluyen diversos grados de inflamación aguda con sinovitis, derrame, formación de abscesos en los tejidos sinoviales o subcondrales y, si el tratamiento no es adecuado, destrucción de la articulación.